A pesar de que durante los últimos años han surgido una gran cantidad de herramientas que nos permiten mejorar la eficiencia de nuestras estrategias de captación y maduración de leads, la realidad es que el correo electrónico continua consolidado como la vía más efectiva para llevar a cabo cualquier acción.
Pero, ¿redactamos de la forma correcta el mail con el que abordar a nuestras oportunidades? Dado el desconocimiento que existe en torno a esta cuestión, te dejamos una checklist para que puedas revisar si tu correo electrónico cuenta con lo imprescindible para captar la atención que necesitas.
1. ¿Genera interés tu asunto?
Si el asunto no genera interés, es probable que el destinatario decida no abrir el correo electrónico. Más aún en un contexto como el actual, en el que recibimos una gran cantidad de correos de manera continua por parte de empresas con todo tipo de sectores. El asunto es el paso más importante y, por ende, dónde debemos depositar nuestros esfuerzos iniciales.
2. ¿La primera frase capta la atención de tus lectores?
Si el asunto es importante, la primera frase no se queda atrás. Es en los primeros segundos cuando el lector tiene que decidir si continúa leyendo o si desecha el correo electrónico. Debemos dedicar el tiempo necesario a que la primera frase logre captar la atención para, a continuación, poder seguir con nuestro ejercicio.
3. ¿Es un mail oportuno?
Envía un mail cuando, de verdad, tengas que comunicar algo que puede ser relevante para tu audiencia. En caso de que no sea así, es mejor esperar hasta dar visbilidad a algo que resulte relevante.
4. ¿Requiere de un único scroll?
Está demostrado que los usuarios que reciben los correos electrónicos en su teléfono móvil únicamente están dispuestos a realizar un scroll en su pantalla. Si el mailing es más largo, deberemos optar por reducirlo hasta comprobar que podemos encontrar la longitud adecuada para que nuestra audiencia pueda leernos sin fricción.
5. ¿Cuál es la llamada de atención?
Un error muy común consiste en incluir en un mismo mailing tres o cuatro llamadas a la acción. Un buen CTA, bien ubicado y que sea claro para indicar el siguiente paso o la información necesaria al receptor, es clave.
6. El nombre del receptor, ¿cuántas veces?
Las herramientas que existen actualmente para mandar mailings de prospección nos permiten, en la mayoría de los casos, poder personalizar el cuerpo del mensaje con el nombre del receptor. No solamente debemos utilizar el mismo en la cabecera, también una vez más durante el cuerpo del mensaje.
¿El motivo? Este será el único método que existe para poder demostrar que realmente estamos interesados en captar al receptor como cliente.
7. Sé directo
Por las características con la que cuenta el correo electrónico, es importante que seamos directos. En la redacción del correo electrónico debemos definir previamente los puntos clave de los que queremos hablar. Y, a partir de ahí, tratar de persuadir con un tono directo al receptor. Siempre demostrando que estamos disponibles para poder resolve rcualquier duda o sugerencia que pueda surgir.
8. ¿Tiene un mensaje claro?
El correo electrónico debe tener un mensaje claro. No debemos ofrecer diferentes productos o servicios, puesto que generaremos una dispersión en el mensaje. Sin embargo, si nos centramos en un mensaje bien definido que englobe un único producto, podremos centrar nuestra estrategia de un modo correcto.
Además, el lenguaje también tiene que ser sencillo. De lo contrario, no va a querer interactuar con nosotros.
9. ¿Tienes claro el siguiente paso?
¿Qué viene después del correo electrónico? Debes tener el siguiente paso claro para poder trazar una estrategia coordinada. Si esperas convertir a tu oportunidad en cliente con un único correo electrónico, algo estás haciendo mal.
En el mismo cuerpo del mensaje pueden indicar el siguiente paso. Como, por ejemplo, una llamada telefónica o una reunión a través de Zoom.
10. ¿Cómo se miden los resultados?
Las mediciones iniciales se pueden valorar a partir del número de personas que llaman, que descargan el documento adjunto o, incluso, que responden online. Sin embargo, estos indicadores únicamente se deberían utilizar si estamos analizando el mailing con carácter cortoplacista.
En el medio / largo plazo, debemos comenzar a analizar si los correos electrónicos de prospección dan, en último término, un prospecto cualificado. En el caso de que no sea así, debemos cambiar la estrategia.