Es bien conocida la importancia de las sillas de oficina para evitar bajas laborales y proteger la salud de los trabajadores. Pero, también son importantes para crear un espacio de trabajo seguro y estéticamente armónico, algo que influye notablemente en la productividad. Por ello, elegir correctamente las sillas de oficina es fundamental. Han de ser cómodas y ergonómicas, pero también deben encajar con el estilo de la empresa.
La buena noticia es que hay numerosas empresas de mobiliario de oficina que cuentan con un gran catálogo. Ahora bien, lo ideal es contactar con aquella marca que por su prestigio y experiencia sea líder en el sector. Si además dispone de almacén y producción propia, mucho mejor. En esta web de sillas de oficina ergonómicas podrás encontrar más de 100000 referencias de la mejor calidad al mejor precio.
Cómo han evolucionado las sillas de oficina
Hace algunos años, las sillas de una oficina eran diferentes según se tratara de los empleados o de los puestos directivos. Se le daba mucha importancia a la apariencia de las sillas de aquellos que ocupaban los puestos de mayor responsabilidad. Esas sillas tendían a ser más voluminosas y estéticamente lujosas, mientras que las sillas del resto de trabajadores eran mucho más sencillas e incluso de peor calidad.
Por suerte, y con la evolución de las políticas de salud en la empresa y gracias a los diferentes estudios de salud laboral, se ha llegado a la conclusión de que la ergonomía es clave para la salud de los trabajadores. Gracias a ello, las sillas de oficina responden ahora a necesidades funcionales y no de jerarquía. Se puede hablar de una democratización del espacio en la oficina que ha traído un importante cambio en la fabricación de las sillas.
Actualmente, no solo se utiliza el mismo tipo de sillas de oficina para todos los puestos de trabajo, sin importar la jerarquía dentro de la empresa, sino que también hay una gran variedad de sillas a elegir. Desde sillas específicas para uso intensivo de 24 horas, hasta sillas con reposacabezas, brazos ajustables, ajustes lumbares, modelos Premium, etc. Cada tipo de silla cumple con las necesidades específicas según el puesto de trabajo.
La ergonomía es clave en el diseño de las sillas
La ergonomía consigue adecuar las sillas de oficina a las necesidades, características y limitaciones de diferentes usuarios. Gracias a la ergonomía se optimiza el uso eficaz, la seguridad y el bienestar de quien utiliza las sillas de oficina. El objetivo de las sillas ergonómicas es ayudar a mantener la postura adecuada para evitar lesiones, cansancio, fatiga y estrés en el puesto de trabajo.
Una silla ergonómica, por regla general, cuenta con una base con ruedas capaces de adaptarse al tipo de suelo existente en la oficina. Disponen de sistema de elevación de altura del asiento y los adecuados mecanismos de ajuste del ángulo entre el asiento y el respaldo. También se les puede regular la tensión del respaldo, así como la profundidad del asiento. Muchas cuentan también con apoyo lumbar regulable, así como brazos regulables en altura, anchura y orientación.
La densidad de la espuma del asiento es otro aspecto importante a tener en cuenta a la hora de elegir sillas de oficina. Escoger entre respaldos tapizados o respaldos de malla marcará también la diferencia, puesto que los de malla facilitan la transpiración. Para una media de ocho horas de uso de la silla, conviene elegir respaldos de mallas para garantizar la comodidad e higiene.
El diseño también cuenta
El diseño también es importante, puesto que debe encajar en la estética general de la empresa. Además de elegir el modelo de sillas de oficina más adecuado, también es esencial prestar atención a los colores. Los colores más apagados y oscuros pueden crear sensación de monotonía, mientras que los colores claros o más vivos revitalizan el espacio y pueden ayudar a aumentar la productividad. Todo depende del efecto que se quiera conseguir y la estética que se prefiera, si más moderna o más tradicional.
El precio, un factor decisivo
Muchas veces el precio determina el tipo de sillas de oficina que se adquieren para una empresa. Algo que es totalmente comprensible, puesto que se ha de contar con un presupuesto definido para el mobiliario. Ahora bien, sacrificar calidad puede resultar contraproducente, puesto que a corto plazo supone mayor índice de absentismo y empeoramiento de la salud de los empleados.
En resumen, las sillas de oficina para espacios abiertos deben ser ergonómicas, adaptarse a la estética general de la oficina y al estilo de la empresa y, sobre todo, a las características del puesto de trabajo. Unas sillas inadecuadas repercuten negativamente tanto en el bienestar de la plantilla como en los resultados económicos de la empresa. Para crear un buen ambiente de trabajo se ha de trabajar con comodidad, de ahí la importancia de las sillas de oficina.