Conceptos clave
- La era de la inteligencia artificial (IA) ofrece muchas posibilidades de desarrollo a las empresas orientadas a la innovación.
- Algunos puestos de trabajo desaparecerán a medida que surjan muchos nuevos y mejores: para el 2025, la automatización hará perder unos 173 millones a los países del G7.
- Las empresas que incorporen tecnología pueden beneficiarse de la cuarta revolución industrial.
- La baja temporal de la economía tecnológica después de la caída de las puntocom desmiente el creciente aumento digital, mientras las empresas multidisciplinares, ricas en datos, aprovechan los sistemas de inteligencia artificial (IA).
- Domine las “tres emes”: materias primas, modelos de negocios y máquinas de nueva tecnología. Los actuales sistemas de inteligencia usan formas “estrechas”, no generales de IA.
- Los datos-bienes superan a todos los antiguos recursos industriales, como el petróleo, el carbón o la electricidad.
- Apliquemos las cinco estrategias AHMAD para usar las nuevas máquinas.
- Estas son: Automatización; implantar tecnología inalámbrica (Halo) a los productos para generar códigos; Mejorar el trabajo con IA; usemos la Abundancia; dedicar recursos a la investigación dinámica y el Descubrimiento.
- Gestionadas objetivamente, las máquinas inteligentes mejoran, no suplantan, las mejores cualidades humanas.
Resumen
Inteligencia artificial aplicada a la empresa
El potencial de desarrollo de la inteligencia artificial (IA) atrae la atención de los medios y augura grandes cambios en los negocios, la educación, la salud, la energía, la fabricación y otras áreas. Es probable que la IA ya esté impactando nuestro sector; y pronto habilitará nuevos mundos virtuales en los que la gente trabajará y jugará. Como en las otras revoluciones industriales, la de la IA anuncia una gran transformación que será perturbadora, seguida del aumento de prosperidad económica y social. Para beneficiarse con la nueva revolución, deberemos actuar cuanto antes en aplicar el poder de la automatización a nuestra empresa.
La nueva máquina
La tecnología inteligente, como Siri, Nest y Alexa, ya puede mejorar nuestro hogar y lugar de trabajo. Muchas de sus apps y herramientas digitales usan sistemas de IA que aprenden solos; su creciente complejidad hace posible diagnósticos, vehículos, análisis de valores e indagaciones legales que superan a los seres humanos e incluso a los jugadores, como AlphaGo de Google. Las nuevas máquinas –sistemas de inteligencia que permiten la nueva revolución industrial– transformarán los negocios en empresas súper informadas sabelotodo. Le espera una rápida transición de lo digital divertido, como Twitter y Facebook, a lo digital importante. Facebook, Amazon, Netflix y Google representan la vanguardia digital antes de que las empresas de big data lo hagan.
Parálisis, auge y revolución
En el plano individual y empresarial, podemos sentirnos abrumados por la implacable competencia mundial, la caída de las empresas nuevas, la desigualdad de la riqueza y la pérdida de privacidad. La zona de parálisis de hoy es una fase en curso: la caída de las puntocom alimenta un patrón histórico de grandes cambios tecnológicos y anuncia el aumento digital, una devastación de unos 25 años en los que las ideas extremas pasarán al centro del escenario.
Un estudio de la Universidad de Oxford indica que, para el 2025, la automatización hará perder unos 173 millones de empleos a los países del G7, aunque un consenso analítico más razonable sugiere que será sólo el 12% del total. Los nuevos puestos facilitados por máquinas –producto de la revolución generada por la automatización y la mejora y creación de nuevos puestos– compensarán la pérdida, porque el trabajo manual y el capacitado se prestan a diferentes tipos de automatización, y la nueva tecnología destruirá y creará puestos, ya que tiende a automatizar tareas específicas –comenzando por las rutinarias y tediosas–, pero no todos los puestos.
“La IA no viene; ya está aquí. Lo que se busca con este libro es mostrarle que hay cosas –muchas muchas cosas– que podemos y debemos hacer cuando las máquinas lo hagan todo”.
El miedo a la automatización
Cada una de las tres revoluciones industriales anteriores –con la destrucción de telares mecánicos por los luditas del siglo XVII, la pérdida de empleo agrícola y la reducción en la línea de ensamblado– causó más trastornos. En la secuela de esos cataclismos, la economista Carlota Pérez vio un patrón histórico de burbuja de riqueza que se distribuyó en lo que llamó las eras doradas. El estancamiento actual sigue a una explosión inestable de ordenadores e innovación de Internet en el punto de inflexión de una espectacular curva en S del PIB en el tiempo. Tres factores principales impulsarán el auge futuro: la ‘ubitecnología’ o presencia de la tecnología en todo; el hecho de que la tecnología actual es muy inferior a la del 2030; y la digitalización en masa, con la que las empresas dominarán las tres emes: materias primas, máquinas nuevas y modelos de negocios.
“En la nueva economía, seremos testigos de la expansión de lo que es posible y pasaremos de las máquinas que hacen a las que parecen aprender y pensar”.
El temor al desempleo caótico vuelve con cada nuevo tipo de automatización, pero la llegada de la nueva máquina no es abrupta: la IA se introduce lentamente y se acelera después de un punto de inflexión. En el corto plazo, los puestos cambian, pero no desaparecen: a medida que desaparece el trabajo hecho de memoria, los empleados buscan actividades más lucrativas, lo cual aumenta su eficacia y mejora su rendimiento. La historia del progreso social muestra una y otra vez que la nueva abundancia que la innovación genera mejora la disponibilidad de empleo valioso y la calidad de vida, porque hace asequibles los bienes y servicios de calidad.
Los tres grupos de la IA
YouTube y Uber usan sistemas inteligentes comprensivos que implican hardware, software, datos, algoritmos y aporte humano; y su IA es de la categoría “estrecha” –o débil–. La IA llamada “general” –o “fuerte”– es igual a la inteligencia flexible de los seres humanos. Por ahora, es una visión del futuro, como la singularidad o una súper IA apocalíptica fuera de control; y, por ahora, para la rentabilidad, una visión estrecha es mejor. Los sistemas de inteligencia difieren de los de registro, que usan el aprendizaje de las máquinas, y eso aumenta exponencialmente el poder de procesamiento y las grandes masas de datos.
Esos sistemas, con sus procesos de lógica compleja y sistemas de software, todavía deben atraer a la gente, por lo que su interfaz debe incluir una interacción accesible y perfecta. Un servicio como Netflix obtiene puntos de datos de la información que reúne sobre sus usuarios y sus ofertas, los procesa en segundo plano y los usa para generar una experiencia perfecta para el usuario. Esos sistemas necesitan una inteligencia escalable, apertura (mediante interfaces de programación de aplicaciones, o APIs, por sus siglas en inglés), intervención humana, IA estrecha y adaptabilidad. La elaboración de los nuevos sistemas de información es fácil y su empresa puede usar sus propias versiones.
Los datos, materia prima que supera en valor al petróleo
Hoy, la principal materia prima son los datos: su valor como bien supera el de todas las anteriores: el auge del petróleo transformó la sociedad, como lo hará el auge de los datos. Las ventajas de estos sobre el petróleo incluyen: obtención a bajo costo, distribución barata, suministro ilimitado, ser patentables y de naturaleza exponencial; y, como el petróleo, fluyen mejor por una cadena de suministro gestionada eficazmente. Use herramientas y procesos de análisis de negocios para extraer y refinar el significado explotable de su información.
Haga que todo producto no comestible sea “inteligente”: añadir medios instrumentales a sus productos es barato y fácil y la gente se beneficiará. Las empresas a gran escala con mucha experiencia tienden a poseer activos de mejor instrumentación que los que las nuevas empresas de software pueden ofrecer. Podemos tener esa ventaja temprana ahora, pero, si perdemos tiempo, se evaporará. Debemos dar prioridad a ser inteligente: vaya a donde los datos lo lleven.
La estrategia AHMAD
Cuando las innovaciones de Silicon Valley perturben su industria –y lo harán–, ¿podrán sus productos y servicios seguir dándole ganancias a un “precio Google” cruelmente reducido? Para sobrevivir, las empresas deben automatizar sus procesos. Determine cómo puede actualizar el modelo de su negocio para enfrentar ese reto. Busque modelos híbridos, en los que las empresas digitalizan algunos procesos y mantienen manuales otros. Los incautos son vulnerables a varios escollos: siguen la senda superficial de digitalizar, en lugar de ser digitales, yendo a extremos con lo digital o negando su impacto.
Para beneficiarse de la nueva máquina, use la estrategia AHMAD: Automatice al simplificar procesos con IA y programas robot; ponga un Halo mediante la instrumentación de sus productos y recursos para generar códigos; Mejore los esfuerzos humanos con inteligencia artificial; fomente la Abundancia haciendo sus ofertas baratas, abundantes y competitivas, y busque el Descubrimiento aplicando la IA para que su IyD sean más dinámicos.
Destrucción creativa y automatización
La automatización ya afecta a sus operaciones bancarias, la reserva de sus vacaciones, etc. Cada vez más, la automatización afecta a los oficinistas y contribuye a la caída de hasta el 60% de los costos de operación. En tiempos de destrucción creativa impulsada por la automatización, su empresa puede pagar un alto precio por los retrasos. El radical cambio que afectó al periodismo –ahora, los programas robot escriben las noticias– ya afecta a industrias enteras. Pocos fuera de esos campos notan el impacto.
“¿Automatizará algunos puestos la IA? Sí, claro; pero, más aun, serán mejorados y, con el tiempo, millones más serán descubiertos, lo que impulsará el empleo futuro”.
Puede automatizar discretamente la función de las oficinas, como recursos humanos y administración. Apliquemos la regla del 25%-25% para fijar prioridades: busque una reducción de costos del 25% por un aumento de productividad del 25% y procesos específicos para automatizarlos. Quizá deba vencer la oposición del muro de mandamases, gerentes medios con experiencia que se acercan al retiro: supérela; e introduzca al menos un proceso automático que elimine uno manual. Empiece con discreción, pero persiga metas claras. Dé prioridad a la eliminación de los cuellos de botella; haga prototipos, pruebe, analice y repita. La automatización es el punto de partida, pero su meta es revolucionar la producción.
Halos de datos significativos
La tecnología digital permite poner un “halo de código” sobre todo para crear su “gemelo digital” conectado para recolectar información. Verá esa tendencia, por ejemplo, en vehículos, aseguradoras, ropa deportiva y maquinaria. Empresas como Toyota, Boeing y Philips incluyen en sus productos inteligencia que genera códigos; instalan conexiones siempre activas y, al final, el código generado es más importante que el producto con el halo. La empresa sabelotodo nunca deja de reunir y analizar datos. Podemos añadir instrumentación a su flota y su cadena de suministro para reunir información sobre sus oficinas y sus administradores. Los expertos en datos fuente pueden convertir los brutos en valor. Deje que el código le inspire el modelo de su negocio y le dé los datos para mejorar la experiencia de sus clientes.
Aumento del potencial humano con IA
Aunque mucha gente está acostumbrada a sistemas como el GPS, apenas notan que la tecnología la está mejorando personalmente. Con el tiempo, la mayoría elegirá médicos, abogados y maestros “mejorados” por la tecnología. Los programas de IA, como Cortana de Microsoft, mejoran su rendimiento en el trabajo; y los quirúrgicos, como da Vinci, mejoran a los cirujanos. Podemos actualizar la capacidad de su empresa para mejorar su rendimiento. Aunque el programa AlphaGo de Google derrotó al campeón de go Lee Sedol, éste aprendió nuevas jugadas radicales de la IA. La automatización mejora a los seres humanos, y viceversa. Liberados de las tareas rutinarias, los seres humanos piensan en grande y empatizan más, lo que los clientes aprecian mucho.
Abundancia fenomenal
La abundancia se da cuando los precios caen mucho, lo que aumenta la demanda. La eficacia que genera la tecnología que aplastó los precios llevó a la abundancia de automóviles, ropa, viajes, refrigeradores y demás. Los sistemas inteligentes logran tal eficacia en los campos digital y físico que aun reflejan lo implacable de la ley de Moore: ahora, el poder del procesador doble de los ordenadores afecta a todas las industrias. Siga de cerca la competencia de las empresas nuevas; reúna un grupo de enfoque de empleados jóvenes y pregúnteles qué producto con abundante tecnología podría destruir su empresa. Adopte la mentalidad de la pequeña tienda: conozca a sus clientes y personalice para ellos; use la nueva máquina para reducir los precios y generar abundancia y prosperidad.
El efecto Edwin Budding
Sus descubrimientos de IyD ganan una nueva dimensión con la ayuda de la IA, pero aun necesitan su participación. Como analogía, piense en la podadora manual, inventada por Edwin Budding en 1827: cuando esa máquina reemplazó la agotadora guadaña para limpiar los campos, permitió la limpieza de más espacios y, hoy, una industria deportiva mundial de US$620 mil millones. ¿Qué nueva podadora inventará su empresa?
“La lección de Apple es que hacer ‘cosas’ bellas no es un ejercicio esotérico para quienes no tienen nada mejor que hacer, sino la tarea prioritaria de nuestra lista de pendientes”.
Para aplicar la digitalización, siga el enfoque incremental kaizen (cambiar para mejorar). Gran parte de la IyD no lo logrará, pero los éxitos podrían compensarlo con creces. Las empresas inteligentes protegen sus apuestas: Toyota, por ejemplo, todavía fabrica autos convencionales, pese a su inversión en los autos sin conductor. En la IyD, la nueva máquina ayuda, por ejemplo, con procesos, frugalidad y sostenibilidad; y repite con rapidez. La ley Ray Kurzweil de aceleración de los beneficios describe la tasa exponencial de las ganancias con la IA apalancada: la tecnología de la cadena de bloques, por ejemplo, puede ser un nuevo paradigma transaccional generalizado.
“Desde la introducción de la corriente alterna, usamos las innovaciones más poderosas para compartir videos de gatos, charlar con la tía Alicia y despotricar contra la política en Twitter”.
¿Amenazará la IA a la humanidad con la distopía, como temía Stephen Hawking, o la deificará como utopía, como predice Ray Kurzweil? Los pragmáticos de la IA avanzan con los datos como materia prima, los sistemas de inteligencia como sus máquinas y la monetización centrada en los datos como su modelo de negocios.
Sobre los autores
Malcolm Frank, Paul Roehrig y Ben Pring trabajan para Cognizant Technology Solutions y su Centro para el Futuro del Trabajo, que Roehrig fundó y Pring dirige. Frank es vicepresidente ejecutivo de Cognizant y Roehrig es vicepresidente de Cognizant Digital. También son coautores de Code Halos: How the Digital Lives of People, Things, and Organizations Are Changing the Rules of Business.