La distribución minorista se enfrenta, desde hace varios años, a uno de los grandes retos que han tildado a su sector: su adaptación a los cambios del patrón de comportamiento de sus usuarios. Conceptos tales como el click and collect o el brick and click comienzan a cobrar un especial protagonismo. Obligando a redefinir la naturaleza de todas las prácticas establecidas en este sector.
El concepto de Dark Store replica un modelo de negocio muy similar al de las cocinas fantasma en el ámbito de la restauración. Locales adaptados que se utilizan exclusivamente como centros logísticos. Focalizados únicamente para llevar a cabo la preparación de pedidos.
¿Qué es una dark store?
En términos generales, mediante el concepto de Dark Store se hace referencia a espacios abiertos que no están abiertos al público. Y que, por tanto, no permiten las transacciones comerciales cotidianas en su interior. Operacionalmente, replica el mismo comportamiento que el de un almacén logístico convencional. Pero con la misma apariencia que podríamos encontrar en un supermercado o en unos grandes almacenes.
No obstante, es su ubicación uno de los elementos que definen su identidad. Al contrario que las grandes cadenas comerciales, las Dark Store no tratan de situarse en espacios céntricos, que puedan estar concurridos. Sino que apuestan por fórmulas mucho más estratégicas, que les permitan llevar a cabo una gran conexión con los diferentes puntos de la ciudad, para poder ejecutar entregas de mercancías inmediatas.
Respondiendo al desafío de la logística: la operacionalidad de la última milla
En el ámbito logístico, la última milla cobra una importancia mayúscula. Mediante este concepto se hace referencia a la cobertura del último trayecto de la mercancía. Es decir, el momento en el que al transportista se le entregan todos los paquetes que debe repartir en el mismo día. Sin duda, uno de los elementos determinantes que definirán la experiencia final del usuario.
Su importancia es máxima. Los operadores logísticos no dejan de innovar en torno a diferentes fórmulas que les permitan cubrir este trayecto con la mayor efectividad posible. Las dark store nacen para dar una respuesta operacional de gran calidad a esta necesidad. Su eficacia es vital si se tiene en cuenta que muchos de los productos que forman parte de esta cadena necesitan de unas condiciones de distribución particulares. Como es el caso de los congelados y los alimentos frescos.
Un nuevo modelo de negocio
Pese a que existe una gran cantidad de denominadores comunes que definen la actividad de las Dark Stores, dependiendo de sus necesidades y características es posible que su actividad difiera sensiblemente entre ellas. En algunos de estos centros únicamente se lleva a cabo la preparación, y posterior distribución, de los pedidos.
En otros, sin embargo, también es posible actuar como centros de recogida. A los que el cliente acude en el momento en el que materializan su compra a través del canal web. En ambos casos, la integración con los clientes y con los proveedores, así como la naturaleza de recepción de mercancías o de estanterías, no difiere de la naturaleza de un almacén B2C convencional.
El Corte Inglés anuncia su primer Dark Store
Ha sido precisamente El Corte Inglés, uno de los espacios comerciales de mayor reconocimiento en nuestro país, uno de los primeros en apostar inaugurar su Dark Store. El centro escogido ha sido Eibar (Gipuzkoa), consolidándose como la punta de lanza de un proyecto de innovación digital en el que ya llevo inmerso varios años. Adaptándose a las nuevas pautas de comportamiento de su público.
Su elección no ha sido casualidad. La ubicación del centro comercial de Eibar resulta plenamente estratégica si se analiza su ubicación. Prácticamente en el centro de del triángulo formado por las tres capitales del País Vasco.
El crecimiento del comercio electrónico experimentado por la firma española desde hace unos meses, ha obligado a la misma a tener que redefinir sus canales operaciones y logísticos. La extensión de sus instalaciones permitirán a los clientes acceder a una oferta de más de 25.000 referencias de alimentación. Una cifra que hubiera sido imposible de alcanzar a través del modelo de negocio tradicional de El Corte Inglés y que le permite seguir desarrollando su estrategia de aceleración y transformación digital.