Consolidado como la piedra angular de la mayoría de los proyectos artísticos que podemos disfrutar en nuestro día a día, la figura del director de arte se conforma como clave en el ámbito artístico y creativo. Con independencia de la naturaleza en la que se lleva a cabo su expresión.
Desde campañas de imagen hasta diseño editorial. Pasando por el diseño de producto o la planificación de un guión televisivo. Esta figura profesional ha adquirido, con el paso de los años, una presencia más que notable. Integrando diferentes cualidades y características que resultan necesarias para poder dar forma al producto final sobre el que se esté llevando a cabo un trabajo en concreto.
¿Cuáles son las funciones del director de arte?
Partiendo de la premisa básica de que uno de los principales objetivos del arte es crear, la figura de este profesional eleva este concepto a un nivel superior. Ideas, sensaciones o productos, además de muchas otras manifestaciones, pasando por sus manos hasta lograr darle una forma que responda a una serie de objetivos en concreto.
Uno de los principales desafíos con los que se enfrenta el director de arte es el de ser capaz de transmitir a partir de una imagen. Obviando, en multitud de ocasiones, el poder de la palabra. Lograr la máxima eficiencia para poder comunicar de manera efectiva debe convertirse en una de sus principales cualidades.
Además, también es importante destacar su figura como comunicador. De su trabajo dependen una gran cantidad de áreas, como los equipos de redacción y de producción. Por lo que disponer de las habilidades comunicativas suficientes como para poder trabajar en continua interacción es fundamental.
Director de arte vs. Diseño gráfico
Es habitual que la figura del director de arte presente determinadas cuestiones en torno a su trabajo. Una situación bastante común dentro del ámbito del diseño, como consecuencia de la gran cantidad de vertientes que emergen desde esta disciplina. En relación con el diseñador gráfico, conviene tener en cuenta una serie de elementos que ayudarán en la diferenciación entre diversas profesiones.
El diseñador gráfico se encarga de transformar los bocetos del director de arte en el diseño creativo. Quedando éste pendiente de la aprobación del segundo. Por lo tanto, el diseño gráfico se encarga de la ejecución de la idea, mientras que el director de arte se encarga de la coordinación de todos los elementos que deben intervenir en este proceso.
La figura del diseñador gráfico es fundamental para detectar posibles problemas que pueden surgir durante todo el proceso gráfico, como es el caso de los problemas de legibilidad de diferentes soportes.
Por último, también conviene saber que su relación con la tecnología no es la misma. Estando la figura del diseñador gráfico muy especializada en el uso de herramientas necesarias para la ejecución de su trabajo.
¿Por qué es importante contar con la dirección artística en tu proyecto?
La figura del director de arte no es imprescindible únicamente en aquellos casos en los que se busque una redefinición de su imagen gráfica. Sino que también es clave en aquellos proyectos que apuesten por una línea continuista.
Si buscas una propuesta innovadora para tu marca, será responsabilidad de la dirección de arte explorar todas aquellas situaciones que puedan ayudarte a redefinir la identidad de tu proyecto. Sin, por ello, desvincular la marca de su naturaleza. Uno de los grandes retos con los que se tiene que enfrentar esta disciplina. Además, también analizará el trabajo de tu competencia y la situación actual del mercado. Con el objetivo de exprimir al máximo el posicionamiento de nuestra disciplina.
En el caso de que necesites continuar con tu línea gráfica actual, el director de arte identificará todos los elementos comunicativos de tu marca. Además de asegurarse de que éstos serán interiorizados por todos los miembros de tu equipo. Asegurando una mayor optimización de todos los recursos y necesidades con las que contemos.