Tommy Shelby, líder de los Peaky Blinders, dista mucho de ser un ciudadano ejemplar. Su naturaleza le ayuda a abordar las contradicciones de la naturaleza humana sirviéndose de su rol de líder de banda. Una persona que reúne la suficiente inteligencia, decisión y frialdad como para poder convertir su negocio familiar en un imperio sin precedentes.
Repleto de tintes nihilistas, suya es la responsabilidad de poner los límites del alcance de cada una de sus decisiones. Shelby se diferencia del resto de sus compañeros y familiares por disponer de la suficiente ambición como para alcanzar sus sueños. Sin importarle la independencia de sus actos.
Y tú, ¿ya conoces las lecciones de liderazgo que puede aportarnos el protagonista de Peaky Blinders?
La cultura de la responsabilidad
Como líder, tendrás que enfrentarte a decisiones que no resultarán sencillas de ejecutar. En algunos casos, incluso serán impopulares. No obstante, es importante mostrar en todas nuestras acciones nuestro compromiso por la organización. Una cultura de responsabilidad ayudará a mejorar el compromiso de nuestros empleados, apostando por la supervivencia y el crecimiento del equipo.
Estar preparado para cuando nuestras acciones tengan consecuencias, tanto positivas como negativas, debe formar parte de nuestro ethos como directivos.
El jefe, uno más en la compañía
Un buen jefe es aquel que se comporta como un líder, predicando con el ejemplo en cada una de sus acciones. No conviene olvidar que, por la posición que ocupa, es normal que la persona que ocupa la jefatura de una empresa aglutina una mayor atención que cualquier otro compañero. Por estar razón, es importante ser consecuente con nuestros actos.
No es casualidad que Shelby nunca tuviera que enfrentarse a ninguna deslealtad por parte del seno de su familia. Trabajar codo con codo con nuestros empleados no solamente nos permitirá dar ejemplo, sino que reunirá los ingredientes necesarios como para que los miembros de nuestra organización decidan apoyarnos en cada una de nuestras decisiones.
El respeto como virtud
Thomas Shelby lo tenía todo para poder ser indisciplinado con multitud de grupos sociales. Desde el gobierno hasta los civiles comunes. No obstante, reconocer sus orígenes fue lo que le ayudó a imprimir el máximo respeto hacia todas las personas con las que interactuaba.
Reuniones cortas basadas en objetivos
Los Peaky Blinders son conocidos por la importancia que imprimen en sus encuentros. Las reuniones son uno de sus métodos de decisión favoritos. Si un miembro falla, su ausencia debe estar más que justificada.
Al contrario de lo que ocurre en el ámbito empresarial, estas reuniones se fijan en base a unos objetivos. Son claras, concisas y, sobre todo, rápidas. Sirviendo para resolver problemas y establecer nuevos puntos de vista que ayuden a alcanzar una solución. Además, Shelby solamente se apoya en las reuniones cuando son necesarias.
La paciencia como virtud
Una de las principales características del personaje de Shelby es su capacidad para no hablar demasiado en las reuniones. Centrándose en escuchar los argumentos, justificaciones e ideas de su entorno. Sin importar si se trata de aliados, amigos o familiares. En el entorno empresarial, saber escuchar antes que hablar es uno de los ingredientes que nos llevarán al éxito.
Escuchar nos proporciona una ventaja competitiva frente al resto de los asistentes que puede ser diferencial para alcanzar el mejor resultado.
Y hablando de las ventajas de saber escuchar, no puede faltar una mención a la gran banda sonora de esta serie:
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