En un universo cada vez más globalizado, en el que las grandes tecnológicas pivotan sus estrategias hacia la comercialización de servicios por encima de los productos, ¿cómo de importante son los recursos Open Source a la hora de universalizar nuestros flujos de trabajo?
Mediante este término se hace referencia a un tipo de código libre que permite ser libremente descargado. Así como utilizado, modificado y distribuido por cualquiera. El objetivo no es otro que el de situar la libertad del usuario por encima de cualquier otro valor.
Software Libre vs. Open Source
En el ámbito tecnológico la terminología es clave a la hora de poder discernir entre las diferentes corrientes que existen. Como consecuencia de que la naturaleza de la filosofía puede llegar a resultar similar, es habitual la existencia de dudas en torno a las diferencias entre los conceptos de Software Libre y de Open Source.
La ética actúa como una de las principales características que se desprenden del movimiento de Software Libre. La fundación, creada en el año 1985 de la mano de Richard Stallman, representa el respeto por las libertades esenciales del usuario. Definidas por parte de la propia fundación en el momento de llevar a cabo su constitución.
- Libertad 0: La libertad de ejecutar el programa como se desea. Sin importar el propósito perseguido.
- Libertad 1: La libertad de estudiar cómo funciona el programa. Al mismo tiempo, se permite cambiarlo en el momento en el que se desee. El libre acceso al código fuente es esencial para llevar a cabo esta tarea.
- Libertad 2: La libertad de redistribuir copias para ayudar a su prójimo.
- Libertad 3: La libertad de distribuir copias de sus versiones modificadas a terceros. De este modo, se permite ofrecer a toda la comunidad la oportunidad de beneficiarse de todas las modificaciones llevadas a cabo.
No obstante, conviene saber que la consecución de las cuatro libertades mencionadas no quiere decir que el software no pueda ser comercial. Las libertades 2 y 3 permiten distribuir copias a terceros. Tanto de manera gratuita como cobrando una tarifa de distribución.
Fue el 3 de febrero de 1998 cuando varios integrantes de la comunidad Sofware Libre decidieron distanciarse del movimiento. Abogando por una escisión de naturaleza más pragmática: la Open Source Intiative (OSI). Esta iniciativa cuenta con diez requisitos que se deben cumplir para ser considerados como código abierto:
- Libre distribución: La licencia no debe impedir que el software sea regalado o vendido libremente como parte de una distribución mayor.
- Código fuente: En el momento de publicar un programa se debe incluir el código fuente íntegro.
- Trabajos derivados: Las licencias Open Source deben permitir modificaciones y trabajados derivados.
- Integridad del código fuente del autor: Es posible impedir la distribución de modificaciones en aquellos casos en los que sí que se permita la distribución de tales como parches.
- No discriminación: Ni hacia personas ni hacia grupos de trabajo que deseen acceder a un programa o a un código.
- Sin discriminación a las áreas de iniciativa: No se puede restringir el acceso a ninguna iniciativa.
- La licencia no debe ser específica de un producto: No es posible licenciar un programa como parte de un software mayor.
- La licencia no debe restringir otro software: Que un proyecto sea de código abierto no puede obligar a que los programas que lo componen también sean de código abierto.
- La licencia debe ser tecnológicamente natural: No es posible que la disposición de una licencia pueda basarse en la tecnología. Por lo tanto, no se debe requerir su aceptación mediante gestos. Como es el caso de un clic de ratón.
El código abierto como filosofía
Los recursos Open Source deben ser aplicados para cualquier área de la investigación y el desarrollo. No únicamente en el software. La integración de una filosofía abierta transversal como modo de vida no solamente permitiría un importante ahorro de costes. Sino también una aceleración de la obtención de los resultados.
Está demostrado que la cultura cerrada y restringida avanza a un ritmo inferior al de las iniciativas abiertas. Los modelos Open Source permiten servir de inspiración de manera transversal en torno a multitud de industrias.
De Linux a WordPress
Durante los últimos años, las iniciativas de código abierto han adquirido una gran popularidad en el universo online. Linux, Firefox, WordPress o Wikipedia son solamente algunos de los ejemplos más notables a nivel de desarrollo. Pese a que cada uno de ellos pertenecen a industrias de naturaleza muy diferente, todas ellas comparten un mismo denominador común: el código fuente está disponible para que cualquier lo use, modifique o redistribuya de manera libre.
El caso de Wikipedia resulta especialmente destacando. Demostrando cómo la colaboración entre comunidades permite desarrollar un proyecto basado en el saber común y la integración de todas las fuentes que lo conforman. Actuando como la demostración de cómo un proyecto de software libre permite una mayor optimización en el desarrollo de proyectos.
El uso de la cultura libre abre la puerta a nuevos escenarios y retos que la comunidad debe superar. Optimizar y limitar el uso de productos licenciados de manera transversal en multitud de escenarios será clave para dibujar una nueva realidad.