En el desarrollo e implantación de soluciones de software existen 2 tipos de metodologías: las tradicionales y las ágiles.
Metodologías tradicionales
Las metodologías tradicionales son, en realidad, el intento de aplicar al software las metodologías de otras disciplinas o ingenierías.
Una metodología tradicional centra su atención en llevar una documentación exhaustiva que refleje desde el inicio todos los requerimientos del proyecto. Se centran en la planificación y no son flexibles a cambios.
Por supuesto funcionan mucho mejor en el mundo físico que en el informático, dado que en el mundo físico los cambios se producen de forma mucho más lenta.
Si queremos construir un edificio, por ejemplo, será imprescindible tener un plano detallado de la estructura, así como documentar los materiales a emplear para poder hacer cálculos predecibles sobre la viabilidad del proyecto antes de ponernos manos a la obra.
¿Cuál es la metodología adecuada para una organización y/o proyecto?
Para poder elegir cuál es la metodología más adecuada para una organización y/o proyecto, es necesario tener en cuenta una serie de puntos:
- Se debe estudiar los requisitos de un proyecto. Se debe tener en cuenta el aspecto que va a tener el producto o servicio al final y los beneficios que ofrece.
- Se debe estudiar los procesos que se aplican. Hay que tener en cuenta el ambiente de trabajo y si se va a seguir algún tipo de plan estructurado y ordenado.
- Se debe estudiar las limitaciones, el programa y el personal del proyecto.
Metodologías ágiles
Las metodologías ágiles, al contrario de las tradicionales, se han creado pensando en el desarrollo e implementación del software, por lo que tienen en cuenta las diferencias de éste respecto a otras ingenierías. Se centran en
- los individuos y las interacciones, y no en los procesos y las herramientas.
- el software que funciona, y no en la documentación exhaustiva.
- la colaboración con el cliente, y no en la negociación de contratos.
- en responder a los cambios y no en el seguimiento inflexible de un plan.
Extraído del “Manifiesto Ágil de software”
¿Es posible aplicar una metodología ágil a un sector determinado?
Una gran cantidad de organizaciones se encuentran en proceso de cambio debido a las necesidades cambiantes de los clientes, de las fluctuaciones de demandas del mercado, de la competitividad y de las tecnologías disruptivas.
En la actualidad, aquellas organizaciones de éxito son las que responden a los cambios con agilidad, sin llegar a resistirse a él. Un factor a tener en cuenta es que muchas veces las organizaciones quieren llevar a cabo esos cambios pero no saben cómo hacerlo.
Cabe destacar que las metodologías ágiles pueden ser aplicadas a cualquier sector del mercado, siendo los siguientes sectores los más comunes:
- Operaciones
- Tecnología
- Ventas
- Marketing
- Desarrollo de negocios
- Finanzas
- Logística
- Recursos Humanos
- Administración
- Legal
- Producción
SCRUM: metodología ágil para crear valor
SCRUM es la metodología ágil por excelencia. La idea principal es la entrega temprana y continua de software de valor. Y el valor sólo puede decidirlo el cliente. Además, este valor es imposible de planificar en detalle desde el inicio. Por eso las Metodologías Ágiles aceptan requisitos cambiantes incluso en etapas avanzadas, y aprovechan esos cambios para proporcionar una ventaja competitiva al cliente.
El software que se entrega al cliente y que funciona como él espera es la principal medida de progreso. Por eso se entregan partes del proyecto frecuentemente para que sean usadas por el cliente cuanto antes; no se espera al final para probar, cambiar y validar.
- Se trabaja sobre una lista de tareas priorizada por importancia para el cliente y facilidad de desarrollo. Lo que aporta más valor y es más sencillo se hace cuanto antes.
- La comunicación con el cliente es diaria.
- Las reuniones son periódicas y frecuentes.
¿Cuáles son los aportes de SCRUM a un proyecto?
- Mayor satisfacción del cliente ya que obtiene resultados anticipados (Time to Market) del proyecto, pudiendo utilizar las partes más importantes del mismo antes de que haya finalizado.
- Transparencia del proyecto. Es uno de los pilares de la metodología ya que permite que los aspectos significativos del proceso sean visibles tanto a los equipos como a los interesados.
- El retorno de inversión es rápido debido a que se llevan a cabo entregas constantes, las cuales permiten lanzar el producto al mercado en un menor tiempo, incorporar nuevas tendencias y ajustar requisitos y funciones de acuerdo a la demanda.
- La escalabilidad es fácil ya que el producto o el servicio se descompone en unidades pequeñas y permiten que sean escalables a través de módulos en cuanto a funcionalidad, diseño, alcance y características, ofreciendo la posibilidad de que se pueda adaptar sin perder calidad.
Kanban: la mejora del flujo de trabajo
Kanban es una metodología de trabajo de tipo ágil que ofrece ser un sistema de producción eficiente, efectivo y óptimo. Su origen se encuentra en la fábrica de Toyota, justamente en los procesos de producción denominados “Just in Time” (JIT).
Kanban se basa en el uso de tarjetas para representar las tareas del trabajo y que además, se representan visualmente sobre un tablero de Kanban, lo que ofrece al equipo de trabajo tener una visión del estado del trabajo en cualquier momento.
Cada tarjeta debe llevar quién es el encargado de esa tarea en particular junto con los detalles técnicos.