A la hora de invertir en una tienda online, se debe tener en cuenta el concepto de sharecropping digital, o aparcería digital. ¡Qué es y cómo se reduce el peligro que implica?
Las primeras preguntas sobre una tienda online
Cuando empezamos un proyecto de ecommerce, algunas de las primeras preguntas que se plantean, son
- Cómo actualizar precios
- Cómo actualizar stock
- Cómo aparecer primero en Google
- Cómo conseguir clientes en Facebook
Las dos primeras preguntas se resuelven fácilmente gracias a nuestro conector – ConectaShop.
En cambio, las otras dos preguntas requieren conocimientos de SEO y Marketing y un plan estratégico.
SEO con WordPress
Nuestro diseño de páginas web corporativas y tiendas online se basa en la optimización para buscadores y en la experiencia del usuario.
El número de plantillas para WordPress aumenta cada año. Los diseños recientes suelen contar por defecto con la parte técnica de la optimización. Conocer los principios de la optimización permite aprovechar al máximo las plantillas.
Como consecuencia, esto nos permite dedicar más tiempo al contenido de la web.
Las Redes Sociales, como por ejemplo Facebook, son un canal adicional de difusión para captar clientes y hacer branding.
Basar el modelo de negocio excesivamente en un motor de búsqueda determinado, como por ejemplo Google, o una Red Social, como por ejemplo Facebook, conlleva ventajas y desventajas.
De esto trata el Sharecropping digital.
Qué es el Sharecropping digital
Sharecropping se traduce como aparcería.
Según Nicholas Carr, pensador reconocido en el ámbito de la tecnología, cultura y negocios y autor de “Superficiales: ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes”
“El sharecropping digital es el fenómeno económico más interesante y preocupante producido por Internet”
La RAE define aparcería como
- f.Trato o convenio de quienes van a la parte en una granjería.
- f.Der. Contrato mixto, que participa del de sociedad aplicado alarrendamiento de fincas rústicas, y que se celebra con gran variedadde pactos y costumbres supletorias entre el propietario y el cultivadorde la tierra.
- f.Der. Contrato de sociedad, anexo a la aparcería de fincas rústicaso independiente de ella, para repartir productos o beneficios del ganado entre el propietario de este y el que lo cuida o recría.
En 2006, Nicholas Carr escribe lo siguiente sobre las dos economías de la aparcería digital
Una de las características económicas fundamentales de la Web 2.0 es la distribución de la producción en manos de los muchos y la concentración de las recompensas económicas en manos de los pocos.
No es el contenido en sí, sino el valor económico del contenido. Las plataformas digitales nos dan las herramientas de producción y se quedan con el contenido producido.
El ARPU (promedio de ingresos por usuario) de Facebook se situaba en USD1,21 en 2012, fecha en la que se publicó el artículo de Carr. No es una gran cantidad la que que gana Facebook con el contenido aportado por cada usuario. No lo es, siempre y cuando no se tenga en cuenta la cantidad de usuarios que tiene esta plataforma.
Fuente: The economics of digital sharecropping
Google y Facebook, ¿la receta mágica?
La optimización para buscadores tiene como fin un buen posicionamiento y atracción de tráfico orgánico, que es lo contrario a anuncios de publicidad, a la página web.
Google se ha posicionado como buscador principal en España. Sus algoritmos son por lo tanto la guía de indicadores principal para optimizar nuestra página web.
Sin embargo, el modelo de negocio no debe depender solamente del tráfico orgánico.
Ni únicamente del tráfico recibido de las redes sociales
Las interacciones con los usuarios y el contenido compartido en una red social no pertenecen a la empresa, por mucho que cuente con un perfil de empresa. Pertenecen a la plataforma sobre la que se publican, sea Facebook, Instagram o Google+.
Tanto los motores de búsqueda como las redes sociales
- Pueden bloquear el perfil, cambiar algoritmos y políticas de publicidad
- Por otro lado, pueden perder usuarios, volverse irrelevantes y cerrar la plataforma
Nada de esto está en manos del negocio. No tiene ningún control sobre los cambios en los algoritmos empleados por las plataformas.
Únicamente puede estar al día de los cambios y ajustar su estrategia.
La solución está en la diversificación
La inversión en las plataformas digitales se puede comparar con el alquiler de un local. Elegimos uno bien ubicado para el tipo de negocio.
Si sube el alquiler o si la zona empeora, buscamos otro local. No esperamos a que se derrumba el edificio y con él, nuestro negocio.
Contar con “varios locales”, para llevar la metáfora más allá, permite un movimiento estratégico y ágil para afrontar cambios y aprovechar nuevas oportunidades.