Charles Thomas Munger, más conocido como Charlie Munger, es una de las personalidades más relevantes del ámbito de los negocios y la empresa. Inversor americano, además de hombre de negocios y filántropo, actualmente vicepresidente la compañía de Berkshire Hathaway, propiedad del archiconocido Warren Buffet.
Durante los últimos años, su figura ha trascendido más allá del ámbito más purista de la inversión. Especialmente como consecuencia de las enseñanzas que ha transmitido en sus innumerables coloquios alrededor de todo el mundo, así como en el libro Poor Charlie’s Almanack, dónde se compilan algunas de sus charlas e intervenciones más míticas. Así como al concepto de «Sabiduría mundana elemental», un conjunto de modelos mentales que, en palabras del propio inversor, se utilizan para ayudar a solucionar algunos de los problemas empresariales más complejos que suelen surgir con relativa frecuencia. Estos modelos se caracterizan por la efectividad que desprenden.
Hacia un mejor aprendizaje
La eficacia de nuestro pensamiento es proporcional a los modelos mentales que hayamos interiorizado. Así como la capacidad con la que cuente nuestro cerebro para utilizarlos de acuerdo al contexto y las necesidades con las que contemos. Cuanta mayor cantidad de modelos hayamos aprendido, mayor capacidad de respuesta tendremos a la hora de mejorar nuestra capacidad para tomar decisiones.
La capacidad de resolución de problemas es una de las tareas pendientes endémicas relacionadas con nuestra sociedad, según el propio Munger. La explicación se debe a que nos encontramos inmersos en una sociedad que nos forma para ser especialistas. En lugar de dedicar nuestro periodo formativo a la interiorización de elementos mentales de naturaleza heterogénea, las herramientas educativas presentes en el ámbito social nos proponen diferentes formas de raciocinio focalizadas en nuestra disciplina.
Un psicólogo trata de resolver sus problemas en base a modelos de desarrollo mental. Un ingeniero informático pensará en números. Y un biólogo, en desarrollo. Con independencia de la naturaleza de los diferentes escenarios que deban superar.
La racionalidad en el ADN
Para entender la notoriedad en el ámbito de los negocios de Munger, conviene ceñirse a las cifras. Durante los años comprendidos entre el 1962 y 1975, este inversor americano llegó a aglutinar una rentabilidad de un 19,8% anual. Convirtiéndose, de manera inmediata, en una de las personalidades más destacadas en el sector de la inversión. Así como una de las personas más ricas del planeta, tal y como afirma Forbes.
Su fortuna ha sido a base de emplear decisiones inteligentes en todos los contextos que se ha ido encontrando. Sin que la suerte intervenga en estos patrones. Según afirma él mismo, su éxito es consecuencia de la práctica de dos de sus aficiones favoritas: «la lectura y pensar». Replicando el mismo patrón que Warren Buffet.
¿Cuál es el secreto de Charlie Munger? Fue la pregunta que un medio especializado le propinó en la década de los 80. Su respuesta fue muy clara: «Soy racional. Esa es la respuesta. Soy racional».
El problema de la toma de decisiones en función de la experiencia
La experiencia puede convertirse en un hándicap en el momento de llevar a cabo la toma de decisiones. Resolver un problema únicamente basándose en hechos aislados y en la experiencia vivida en otra época de nuestra vida no responde a ningún modelo mental vivido.
Es importante ubicar la experiencia en el entramado de los modelos mentales que debe formar parte nuestra mente. Actuar en base al recuerdo, en la mayoría de veces distorsionado, que se encuentra en nuestra mente es uno de los principales errores a los que vamos a tener que enfrentarnos.
La intuición como reconocimiento
Los modelos mentales de Munger parten de la premisa de la necesidad de adquirir conocimientos y destrezas para poder obtener conclusiones o buscar soluciones a problemas complejos. Para ello, el pensamiento multidisciplinar es clave.
Para Munger, la intuición no es más que el reconocimiento previo a una situación en concreto. Gracias a los modelos mentales adquiridos, es posible adelantarse a este escenario. La situación únicamente proporciona la ocasión para poder actuar de acuerdo a la información aprendida previamente.
Las enseñanzas de Murger en la Facultad de Derecho de la USC
Acostumbrado a dar charlas y coloquios ante miles de personas que requieren de su presencia, en el año 2007 Charlie Munger dio un discurso en la Facultad de Derecho de la USC con el que resumió su modelo de pensamiento. En él, se encargó de simplificar algunos de los elementos que aparecen en su libro. Además de adaptarlos a la época de la modernidad actual.
- Para conseguir el éxito, se debe merecer lo que se desea. Aspectos tales como la confianza, el éxito o la admiración hay que ganárselas.
- Admira a las personas adecuadas. Con independencia de que estén vivas o muertas. No hay amor más grande que la admiración.
- El aprendizaje de sabiduría es un deber moral permanente. Un trabajo para toda la vida. Es imposible alcanzar nuestras metas si nos conformamos con lo que ya sabemos.
- La multidisciplinaridad es fundamental. La especialización es uno de los grandes males de la sociedad.
- Aprender a pensar soluciones de manera tanto positiva como negativa nos abrirá una nueva perspectiva de raciocinio. Explorar el término de la llamada «vía negativa» será suficiente para cambiar por completo nuestra forma de pensar.