Cuando hablamos de marketing de contenido, la técnica de curación de contenido no tarda en mencionarse. No es una técnica nueva ni revolucionaria, como nos recuerda este artículo bien argumentado de Sandra Sanz Martos, sobre el trabajo de documentalista. Cita a Tomás Baigel:
“De vez en cuando gente externa (extraña, más bien) a nuestra invisible profesión inventa nuevos nombres para referirse a funciones que ellos acaban de descubrir, sin tener ni idea de que los bibliotecarios-documentalistas las hacemos desde hace muchos años”.
Se atribuye a Rohit Bhargava el invento del título profesional de curador de contenido, en su “Manifestó para el curador de contenido” en 2009.
Los pasos de curación de contenido
Los pasos que se siguen generalmente en la curación de contenido son
- Localizar
- Filtrar
- Analizar
- Caracterizar
- Distribuir
Información interesante y relevante, y a ser posible, actual, sobre un tema concreto. No es entonces la creación de contenido nuevo, sino de recoger contenido creado por otros de manera que añada valor. Es el paso de caracterización sobre todo que se encarga de este punto.
Valores de curación de contenido
Consideramos dos tipos de valor. El primero es el valor SEO y el segundo el valor añadido. Cuanto mayor el trabajo original, mayores son estos valores.
Copiar y pegar un texto de otra fuente, aunque solo sean fragmentos, aporta un bajo valor SEO y valor añadido. El valor SEO, abreviado de Search Engine Optimization, se refiere al posicionamiento, o visibilidad, orgánica, en los buscadores. Un resumen requiere un poco más de esfuerzo, pero aporta algo de valor SEO, al poder añadir palabras claves, aunque poco valor añadido para el usuario. ¿Para qué queremos valor añadido? Aportar información valiosa con una nueva perspectiva inspira confianza en el usuario y es más probable que vuelva a visitar la web y que comparta y recomiende lo encontrado en sus Redes Sociales.
Buscamos y contrastamos información de varias fuentes antes de redactar un texto interesante, que tenga las palabras clave que nos interesan y que aporten un valor añadido con voz propia que no se encuentre en otra parte. Requiere tiempo, esfuerzo y experiencia, pero el resultado que conseguimos es alto en ambos valores.
Una nota sobre ética. Aunque en el mundo de bloggers no existe un código ético único como ocurre en otros sectores, si hay propuestas, inspiradas en el periodismo. Destacamos la importancia de no plagiar contenido y de citar las fuentes, pero hay mucho más. Recomendamos este artículo que está elaborando un código ético para bloggers y creadores de contenido, basado en el código de periodismo en Noruega.