El ingenio siempre ha sido una de las cualidades más perseguidas en cualquier entorno publicitario. Su capacidad para captar la atención de nuestra audiencia, al mismo tiempo que para generar lazos afectivos, se convierte en su principal secreto. Disponer de ello, y saber adaptarlo al contexto en el que nos encontramos, el principal desafío con el que se encuentran la mayoría de los publicistas y expertos en marketing de todo el mundo.
Sin embargo, no parece ser el caso de la cadena de comida rápida, Kentucky Fried Chicken. Más conocida por su acrónimo, KFC. Tweet tras tweet, acción tras acción, demuestra haber sabido interiorizar a la comunicación corporativa como una de sus principales señas de identidad.
Febrero, 2018. Una falta de planificación suficiente como para arruinar tu actividad
KFC se vio en la obligación de tener que cerrar hasta un total de 600 establecimientos en Reino Unido durante la última semana del mes de febrero de 2018. ¿El motivo? Una falta de planificación que desembocó en una falta de suministro de pollos, el denominador común de la compañía en todos sus platos. Sus pérdidas económicas se calcularon en cientos de millones de libras.
«Llevar pollo fresco a 900 restaurantes en todo el país es bastante complejo», afirmó la compañía tras el desastre de tal magnitud. Atribuyendo en todo momento la culpa a su novio partner logístico, DHL.
¿Qué hacer ante un desastre de una dimensión suficiente como para arruinar tu negocio? ¡Convertirlo en una oportunidad!
Cuando un problema se convierte en tu gran oportunidad
KFC no tardó en confiar en su agencia de cabecera, Mother London, para minimizar la repercusión de este problema. Al mismo tiempo que trataba de desviar la atención de su audiencia a través de un hilarante mensaje oculto.
Para llevar a cabo la acción, KFC dedicó un anuncio a página completa en los periódicos británicos. En la publicidad, se mostraba un cubo vacío con las iniciales de la cadena (KFC), pero cambiadas de orden. FCK es el mensaje que rezaba la cuña. En clara alusión al término F*CK.
«Un restaurante de pollo sin pollo no es lo ideal» Se dejaba leer en el anuncio. «Pedimos muchas disculpas a nuestros clientes. Especialmente a los que se desviaron de su camino para descubrir que estábamos cerrados».
La pieza se publicó en algunos de los periódicos con mayor tirada a nivel nacional, como The Sun y Metro. Incluyendo un vaso de pollo frito vació que impactaba de lleno en la mente del consumidor.
La importancia del contexto en la publicidad
Si por algo destaca KFC es por el gran dinamismo que demuestra para adaptarse al contexto que lo rodea en cada una de sus acciones publicitarias. En España, tras el confinamiento, fue una de las primeras marcas que vistió a los protagonistas de su anuncio con mascarillas. Tratando de concienciar sobre la importancia de la responsabilidad individual.
Más allá de la capacidad y el compromiso a nivel social que se debe adquirir con el contexto y el entorno en el que nos situamos, que la publicidad sea capaz de adaptarse al escenario que nos rodea es vital para lograr enfatizar con nuestro público.