Vivimos en la era del dato, la innovación y la tecnología. Un escenario que no ha dejado de evolucionar durante los últimos años hasta convertirse en una carrera por alcanzar el último paso para conquistar a nuestro público y diferenciarnos de nuestros competidores. En un contexto dominado por la automatización y el control de la tecnología sobre la mayoría de las tareas, ¿cuál es el papel que tiene el humano en la gestión, y posterior aplicación, del dato?
El papel del ser humano, pese a la insistencia de las grandes tecnológicas, continúa siendo imprescindible en la ejecución de una gran cantidad de procesos. Pero, sobre todo, en el aprovechamiento de la información que se desprende de cualquier dato. ¿Cuál es el papel de las personas para crear conexiones atractivas en nuestro CRM?
Una solución para la empresa
La incorporación de los CRM a nuestro software empresarial ha provocado que los profesionales del marketing cuenten con una gran cantidad de oportunidades para recopilar, analizar y gestionar todos los datos de nuestros clientes que pueden ofrecernos una visión clave sobre sus necesidades. De este modo, un CRM bien gestionado nos puede dar una gran cantidad de datos sobre la orientación de nuestro negocio.
Pese a ello, la innovación tecnológica y el desarrollo de nuestro CRM ocupa una parte fundamental. Pero, todavía es más importante el modo en la que interactuamos con el mismo para poder alimentarlo con contactos de calidad. Estas son las tres tendencias que continúan impulsando el desarrollo de los CRM.
La privacidad de los datos
La preocupación en torno a la privacidad de los datos es un escenario que afecta a una gran cantidad de empresas y usuarios. Actualmente, el problema de la protección de nuestros datos ha penetrado de manera notable dentro del plano social. Más aún si tenemos en cuenta que la era cookieless está cada vez más cerca.
El papel del CRM es fundamental en este escenario, puesto que nos permite generar una mayor confianza en el embudo inferior.
La automatización del marketing
Integrar un CRM en nuestra operativa diaria nos permite automatizar una gran cantidad de tareas repetitivas que pueden comprometer nuestra eficiencia. Desde plantillas para responder a los pedidos de manera automatizada hasta recordatorios de carritos de compra abandonados.
A nivel humano, debemos estar constantemente actualizados para garantizar su alineamiento con los objetivos concretos de la marca. Evitando posibles desviaciones que puedan alterar la consecución de nuestros objetivos.
Actividad digital
La irrupción de la pandemia ha inaugurado una dicotomía muy interesante. Por un lado, los usuarios han confiado en la tecnología como fórmula para continuar manteniendo sus relaciones, tanto personales como profesionales. Por otro, no siempre se ha visto esta solución como positiva. Puesto que no suelen ser tenidas en cuenta como reemplazo para el contacto de una persona.
Por tanto, es necesario encontrar el equilibrio perfecto para poder conocer todas las opciones con las que contamos en esta materia.
El papel del humano detrás de estos datos
Una vez hemos conocido cuál es el impacto del CRM a la hora de establecer nuevas relaciones y contactos, es el momento de identificar cómo la gestión personal puede ser fundamental para desarrollar su alcance. Cada uno de nuestros clientes no debe ser tenido en cuenta como un objeto, sino como un ser humano que es necesario cuidar para poder obtener mejores relaciones.
Para poder trazar estrategias que permitan alcanzar esta mejora, debemos realizarnos diferentes preguntas. Entre ellas, las siguientes:
- ¿Cuál es la reacción del cliente al contexto que actualmente nos rodea? ¿Cómo afectan los periodos de incertidumbre al rendimiento de su negocio y cómo podemos ayudarle?
- ¿Cómo se identifica el éxito del cliente y cuál es su grado de relación con nuestra marca?
- ¿Estamos ofreciendo una experiencia lo suficientemente significativa como para poder alargar la relación con el mismo?
En base a estas preguntas, podremos apoyarnos en los datos para invloucrar al cliente en todos los extremos de la comunicación con el mismo. Ofreciendo una respuesta muy eficaz a todas sus necesidades.