El salto hacia la compra online ha obligado a tener que adaptar una gran cantidad de pautas de comportamiento que, hasta entonces, teníamos interiorizados como consumidores. Históricamente, el sector ecommerce siempre se ha caracterizado por la rigidez de sus pasarelas de pago. El usuario, en el momento de comprar un bien o adqurir un servicio, tenía que afrontar el coste total del mismo en el momento de llevar a cabo la compra. Con independencia del importe. Actuando como una importante barrera de entrada.
Únicamente tiendas online de gran tamaño, con una dilatada trayectoria a sus espaldas en nuestro país en el comercio físico, como es el caso de El Corte Inglés, contaban con mayores facilidades para llevar a cabo la financiación del pago de sus productos. Una realidad muy poco extrapolable a los comercios de menor tamaño. Amazon, incluso, esperó hasta el año 2019 para poder incluir opciones de financiación en sus productos a partir de un determinado importan. Una señal del importante retraso que ofrece el sector digital en lo relativo a esta cuestión. Hasta la llegada de Klarna.
¿Qué es Klarna y cómo ha revolucionado las plataformas de pago en ecommerce?
¿Cuántas veces has querido financiar un producto en una tienda online y has tenido que visitar su tienda física para poder hacerlo? Klarna ofrece al usuario la opción de financiar cualquier producto, con independencia de su importe, en tres plazos sin intereses. El importe se cobra en nuestra tarjeta de crédito o de débito cada mes. Siendo muy sencillo controlar los plazos que están por llegar.
Comenzar a pagar de esta forma resulta muy sencillo. En el caso de que el comercio haya habilitado la opción previamente, el usuario debe seleccionar la opción de pagar después en tres plazos sin intereses a través de Klarna. Acto seguido, deberá introducir los datos de su tarjeta de crédito o de débito. Este proceso únicamente deberemos llevarlo a cabo en nuestra primera compra a través de Klarna. Después, todos los datos quedarán guardados en nuestra cuenta para financiar todas las compras que deseemos sin llevar a cabo plazos intermedios.
Una vez que el comercio confirme que el pedido se encuentra de camino, es el momento en el que se carga el primer plazo. A partir de ese momento, el consumidor recibirá un cargo 31 y 62 días después. En todo momento, el usuario irá recibiendo notificaciones en su dispositivo móvil para que en su cuenta siempre haya liquidez.
Vende con Klarna
Las ventajas de Klarna no se centran únicamente en el usuario. Sino que también tienen un importante impacto desde la perspectiva del ecommerce. Algunas empresas de gran tamaño, como asos, IKEA o adidas, entre muchas otras, ya han integrado esta función en sus pasarelas de pago.
Klarna ofrece al cliente tres formas de pago:
- Tres plazos sin intereses: Una alternativas a la clásica tarjeta de crédito, pero sin comisiones. Es la tienda online quién debe asumir un pequeño coste.
- Pago inmediato: Actuando como una plataforma de pago tradicional.
- Pago 30 días después de la entrega: El cliente puede probar los artículos durante 30 días. Después se realiza el pago de manera inmediata. El comercio, a cambio de una comisión, recibe el dinero de manera inmediata. De acuerdo con los datos de Klarna, esta posibilidad provoca un incremento de un 16% del valor medio de los productos. Así como un aumento del 20% de la frecuencia de venta.
Sin riesgos. Ni para el cliente ni para el comercio
Una de las dudas más habituales que surgen en la escena ecommerce a la hora de mencionar la financiación es lo relacionado con la seguridad de los pagos. Por ello, Klarna ofrece los siguientes compromisos. Tanto al comprador como al vendedor:
- Protección al vendedor: Todo el riesgo del crédito y fraude lo asume Klarna. De este modo, el comerciante siempre puede centrarse en su comercio.
- Protección al comprador: Klarna cuidar de tus clientes. Si no les llegad el pedido, no lo pagan. La empresa asume el coste.
- Asistencia dedicada: Cuentan con canales de atención al público 24 horas / 7 días a la semana. Resolver cualquier imprvisto nunca había sido tan sencillo.