Factoring

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Dentro del sector empresarial, conocer las fórmulas de financiación es uno de los retos más importantes a los que cualquier empresario debe enfrentarse en algún momento de su trayectoria profesional. Los impagos, los pagos aplazados y los pagos que se demoran en el tiempo son tres de los factores que pueden comprometer de manera directa el día a día de nuestro negocio.

Es en este punto cuando el factoring se convierte en una de las mejores herramientas por las que podemos decantarnos. A través de este término se hace referencia a la posibilidad de vender nuestra deuda profesional a un tercero para poder recibir el montante total a cambio de un porcentaje de cesión. En este artículo te contamos todo lo que tienes que saber al respecto?

¿Qué es el factoring?

El factoring, también conocido como factoraje, es una alternatica de financiación que tiene su orientación en las pequeñas y las medianas empresas. Se trata de un contrato en el que una empresa traspasa el servicio de cobrar a una empresa futuro. A cambio, la empresa que compra la deuda se lleva un porcentaje de la misma.

En la mayoría de los casos, el 90% de la deuda es recibida por la empresa que vende la misma. El 10% restante se lo queda la empresa externa a modo de comisión. La empresa que vende la deuda obtiene el beneficio de la liquidez inmediata, aunque el montante sea inferior al pactado inicialmente con el cliente final.

¿Cuáles son las ventajas del factoring?

Liquidez inmediata

Una de las principales ventajas, y el motivo por el que se llevan a cabo este tipo de movimientos, es por su capacidad para ofrecer liquidez inmediata a la empresa que vende la deuda. En aquellos casos en los que el cliente final opta por una fórmula de pago a una gran cantidad de días, el factoring nos permite obtener la liquidez que necesitamos antes de que concluya el pago.

Sin deudas

Una transacción que incluye el factoring no contrae ningún tipo de deuda. Se trata de un intercambio de derechos de cobro entre la empresa cedente y el banco. Por tanto, no va a perjudicar al historial crediticio de la empresa en cuestión.

Externaliza la gestión del cobro

Mediante el factoring, la empresa que cede la deuda externaliza la gestión del cobro. A través de este tipo de iniciativas, las compañías obtienen una estructura mucho más simple y organizada, obviando al máximo las tareas administrativas.

En muchos casos, una falta de productividad es consecuencia de una mala redistirbución de los recursos. Gracias al factoring, las empresas pueden centrarse en lo que verdaderamente importa: vender.