D2C

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Mediante las siglas D2C se hace referencia al concepto anglosajón Direct To Consumer. En su traducción, se refiere al «modelo de venta directa». Un nuevo escenario que trabaja para prescindir por completo del intermediario. Aprovechándose de las ventajas que proporciona y del retorno que ofrece la venta del producto o del servicio a través del ámbito online.

Durante los últimos años, han sido muchas las marcas que han reforzado su estrategia D2C. Nike o adidas entre ellas. Reduciendo al mínimo los agentes que participan en cada una de sus transacciones. De este modo, se permite obtener un mayor control de las mismas. 

Cuatro aspectos que determinan los beneficios del D2C

    • El modelo D2C permite utilizar la tecnología para obtener un mayor conocimiento en torno a cómo están funcionando las estrategias de negocio planificadas. Al mismo tiempo, permite un mayor dinamismo y reactividad para llevar a cabo la toma de decisiones. 
    • Reducir los puntos de contacto entre el cliente y el comercio asegura una interacción mucho más fluida y directa.
    • A partir del conocimiento extraído de los dos puntos anteriores, podemos presentar cada producto a través de los canales adecuados.
    • El modelo D2C exprime las posibilidades de exprimir las posibilidades de fidelización con la marca. 

¿Por qué debes aplicar D2C en tu estrategia de negocio?

Controlar todo el proceso de la marca con el consumidor es uno de los grandes objetivos que se desprenden de la correcta implantación de este modelo. Desde los datos hasta la logística. Pasando por la experiencia de compra o la fidelización. Son muchos los elementos que intervienen a la hora de aprovechar las posibilidades que se desprenden de esta estrategia. 

A continuación, una selección de argumentos que han convertido a este modelo en una de las inversiones de futuro.

Un mayor margen de beneficio

Los intermediarios suponen una importante reducción en el margen de beneficio del producto. Reduciendo la cadena de suministro, se consiguen incrementar los ingresos del fabricante. 

Invierte en crear experiencias personalizadas

El futuro del retail está condicionado a la capacidad con la que cuentan las marcas para crear experiencias personalizadas a sus clientes. El objetivo es de dejar de sintetizar todos nuestros esfuerzos en el precio y en el producto. Apostando también por la necesidad de trabajar el factor emocional de los productos a partir de experiencias que se adaptan por completo a las necesidades.  

Hacia un mayor control de los datos

Los datos son el futuro. Su obtención e interpretación nos permitirá conocer toda la información en torno a nuestros clientes. Anticipándonos a sus decisiones de compra y siendo capaces de adecuar nuestra oferta a sus intereses. Amplificando tanto el retorno como los beneficios. 

Mediante el D2C, el fabricante es el poseedor de estos datos. Repercutiendo de manera directa en el consumidor. Las marcas se encuentran, por primera vez, ante la posibilidad de identificar patrones, tendencias y preferencias. Adaptando sus líneas de producción a las mismas.