La filosofía Kaizen es una metodología que se aplica con el objetivo de garantizar la mejora continuada de los individuos y de las empresas. Originalmente, la palabra Kaizen proviene de la unión de dos términos japoneses:
- Kai: «Modificaciones»
- Zen: «Proceso de mejora continuada»
Mediante la implantación de esta filosofía, se permite instaurar en la cultura organizativa la necesidad de la mejora continuada. Centrándose, por tanto, en la eliminación de todos aquellos pasos que no tienen un retorno inmediato en el sistema productivo.
¿Qué es la filosofía Kaizen?
Kaizen se utiliza para identificar, y solucionar, todos los problemas existentes en las diferentes áreas que componen una organización. Seguidamente, conviene tener en cuenta que su naturaleza permite revisar y optimizar todos los pasos que se llevan a cabo y, con la información que se desprende de los mismos, optimizar todos los pasos de la cadena productiva.
Además, admitir la cultura de la mejora continúa permite a las organizaciones replicar el funcionamiento que imprimen empresas del tamaño de Disney, Toyota o Sony, entre muchos otras. Interiorizando la excelencia en el proceso de estándar productivo.
Los siete pasos que te permitirán implantar esta filosofía
Implementar la filosofía Kaizen requiere de siete pasos que toda empresa interesada en este conjunto de acciones debe asegurarse:
- La selección de la oportunidad de mejora: Kaizen no identifica cuál debe ser el tema sobre el que vertebrar su filosofía. Es la empresa la que debe fijar un tema sobre el que basar la mejora. Algunos de los más comunes son la productividad del proceso productivo, centrado especialmente en la mejora de los tiempos, o la mejora de la calidad. Es decir, ofrecer una mejor experiencia al mismo. No obstante, puede ser cualquier área en la que el cliente necesite una mejora inmediata.
- El equipo: La selección del equipo es fundamental. Se deben escoger profesionales que cuenten con una dilatada experiencia en el área de trabajo que se desea mejorar. Estos trabajadores serán los que deberán aportar el conocimiento y la experiencia en cada fase del proceso.
- Las causas raíces: La recolección de los datos que se lleve a cabo será fundamental para determinar cuáles son las causas que provocan el problema. A través de ellos, podremos establecer una estrategia de resolución. Se identifican las siguientes herramientas para analizar los datos:– Pareto
– Dispersión
– Histogramas
– Causa efecto
– Estratificación
– Gráfico de control
– Hoja de chequeo - Genbutsu Gemba: En esta fase, se acude al área en la que se produce el problema. Y, acto seguido, se verifican todos los datos obtenidos en la fase anterior. Por lo tanto, todas las decisiones se toman atendiendo al conocimiento de las personas que trabajan en cada área.
- Contramedidas: En aquellos casos en los que existen problemas que sean considerados como críticos, deben ser resueltos de inmediato. Por esta razón, es importante que se lleve a cabo un registro en el que se incluyan las fechas para implementar las nuevas medidas. Así como los responsables que asumirán su ejecución y seguimiento.
- Evaluación: Se llevará a cabo un seguimiento de todas las acciones llevadas a cabo. En el caso de presentar problema, se volverán a analizar los pasos anteriores para verificar el área de trabajo.
- Estandarización y expansión: Una vez han transcurrido algunos meses desde los cambios introducidos y se observan buenos resultados, se define que el problema se encuentra bajo control. Al mismo tiempo, los cambios introducidos se deben registrar con el objetivo de que sean aprovechables para otras áreas de trabajo.
La metodología Kaizen puede ser el punto de partida definitivo para lograr la máxima excelencia. Además, su dinamismo y versatilidad se convierten en los mejores ingredientes para asegurar la optimización de todos tus flujos de trabajo. Por tanto, es importante interiorizar la importancia de la comunicación como un elemento transversal fundamental para implantar todos los cambios necesarios.