Captar talento es solo el primer paso. Y, en según qué escenarios, el más sencillo. Si cuando hacemos referencia a nuestro equipo de ventas es habitual que centremos nuestros esfuerzos en la fidelización. En el área de recursos humanos, nuestra estrategia también debe contemplar, en aquellos casos en los que realmente estemos interesados, en explorar las opciones que nos van a ayudar a retener el talento.
La consultora McKinsey ha elaborado diferentes encuestas para analizar como el fenómeno global de La Gran Renuncia está impactando en la cultura organizativa de las empresas. De acuerdo a los datos extraídos, el 53% de los empresarios encuestados afirma que está experimentando una mayor rotación voluntaria de sus empleados. El 64% añade, además, que espera que esta situación continúe avanzando al mismo ritmo o, en el peor de los casos, que llegue a aumentar. ¿Cuáles son las medidas que se están llevando a cabo por parte de aquellos empresarios que sí que logran retener el talento?
El problema de las diferencias generacionales
Es la primera vez en la historia que existe un cambio generacional tan relevante como el experimentado por la Generación Millennial en su aplicación en el mercado laboral. Pese a que guardan ciertas similitudes con cohortes generacionales anteriores. La realidad es que sus diferencias son cada vez más acentuadas.
Los nacidos entre la década de los 80 y finales de los 90 presentan unas exigencias poco comunes hasta su incursión en el mercado. Una mayor apuesta por la tecnología, mejores habilidades sociales, un continuo plan de carrera que les permita cumplir con sus cambiantes objetivos / expectativas y la necesidad de quemar etapas profesionales incluso antes de haber consolidado sus puestos de trabajo actuales.
Un conjunto de ingredientes que invitan a pensar en la retención de talento como poco menos que una utopía. Dadas las condiciones del mercado actual y las inquietudes presentadas.
Roles con impacto
Los empleados que tienen una mayor cantidad de oportunidades de mantener su puesto de trabajo son aquellos que asumen la conciencia de que su trabajo es realmente significativo para el curso y desarrollo de la empresa.
Tener un significado no siempre tiene una relación directa con la vertiente económica, cada vez menos importante para los trabajadores. Sino que es necesario conocer a nuestros empleados más allá de sus aspiraciones profesionales para encontrar nexos de unión que permitan, por medio de la vía laboral, satisfacer sus inquietudes.
Una cultura del desarrollo
La forma en la que nos relacionamos con el resto de los integrantes de nuestra empresa también puede tener un importante peso en el sentimiento de pertenencia a la empresa. Los empleados que establecen relaciones tanto con sus compañeros de trabajo como con sus responsables y jefes tienen una mayor cantidad de probabilidades de quedarse en la empresa actual.
Los entornos laborales en los que se muestran tensas relaciones entre los líderes de los equipos y los trabajadores muestran una mayor cantidad de probabilidades de rotar a un ritmo superior.
El crecimiento profesional
Históricamente, dotar a nuestros trabajadores de las herramientas necesarias para garantizar su crecimiento profesional ha sido uno de los aspectos que ha tenido un mayor peso. Promover una cultura de desarrollo profesional nos permite disponer de una mayor cantidad de oportunidades para crecer y desarrollarnos en todo tipo de escenarios.
Para la mayoría de los trabajadores, es necesario disponer de una estrategia que ayude a la formación de nuestros empleados para lograr desarrollar su crecimiento profesional.
El equilibrio entre el estrés y el bienestar
En España, durante los últimos días se está haciendo alusión a la problemática que se está experimentando en el sector servicios para captar talento. Quedando muchas plazas sin cubrir a las puertas de dar inicio a la temporada más alta. La explicación de la mayoría de los trabajadores de este escenario hace referencia a la amplitud de los horarios y la falta de descanso.
Para los trabajadores, contar con recursos que le permitan encontrar el equilibrio entre estrés y bienestar es fundamental. Disponer de las herramientas que son necesarias para asegurar este equilibrio nos puede ayudar a retener el talento estratégico de nuestro negocio.
Los incentivos: más allá del dinero
El salario siempre ha estado considerado como un importante motor en materia de retención. Sin embargo, durante los últimos años se ha manifestado cierta tendencia a olvidar el aspecto económico como un factor clave. Aspectos tales como la valoración del empleado la incursión de políticas de trabajo en remoto han cobrado un mayor protagonismo.
El reconocimiento del trabajo puede ser, a partir de ciertos niveles, mucho más importante que lo relacionado con el aspecto económico. Queda por ver el desarrollo, tanto de empresas como de trabajadores, para conocer qué nos depara el futuro en términos de captación y retención en recursos humanos.