Cuando redactamos una newsletter, tendemos a centrar nuestra atención en el cuerpo del mensaje. Sin embargo, muchas veces se nos olvida lo que es más importante: el asunto del mismo. Un asunto atractivo que esté bien trabajado es la clave para poder convencer a nuestra audiencia de abrir nuestro correo electrónico. Un aspecto especialmente interesante si tenemos en cuenta la ingente cantidad de newsletters que actualmente reciben la mayoría de los usuarios.
Como sabemos, la tasa de apertura de un mailing es uno de los principales KPI’s que debemos conocer para evaluar a nuestro rendimiento. A través de este indicador, podemos conocer cuántos mensajes de todos los que hemos enviado se han leído (y cuántos se han quedado sin leer).
¿Cuál es el formato ideal?
Existen diferentes elementos que pueden ayudarnos a detectar el asunto perfecto para una newsletter. Entre ellos, destacan los siguientes:
- Existe un cierto consenso en torno a la longitud del asunto. Actualmente, y como consecuencia del aumento de los correos electrónicos que llegan a nuestro smartphone, el título no debería superar los 50 o los 60 caracteres.
- El uso de emojis también ha ganado una importante notoriedad para captar clientes. Tener en cuenta tanto a nuestro público como a la manera en cómo se comunica es fundamental para escoger el tipo de emoji en cuestión por el que nos tenemos que decantar. En el caso de que sean demasiado formales, debemos excluir los mismos de nuestro día a día.
- Las palabras clave de la newsletter deben situarse al principio del mismo. De este modo, facilitaremos al lector la atención sobre el correo electrónico.
- Con el paso de los años, se ha descartado el uso de determinadas expresiones o palabras que pueden generar una mala experiencia en el usuario.
La importancia de los asuntos personalizados
Una de las principales ventajas que encontramos ante la gran variedad de aplicaciones y de herramientas que existen en el mercado es todo lo que tiene relación con los asuntos personalizados. Crear listas segmentadas por públicos y añadir el nombre del destinatario en el asunto es una de las mejores inversiones que vamos a poder realizar para mejorar todo lo que tiene que ver con la fidelización del usuario y la tasa de aperturas.
Sin embargo, esta oportunidad también entraña importantes riesgos: nadie querrá una discordancia entre el género y el nombre. Por lo que es importante cuidar cada detalle al máximo y prestar atención.
Más directo, más éxito
Un error muy común cuando elaboramos newsletters hace referencia a la cantidad de contenido ausente de calidad que imprimimos en el mismo. Sin embargo, una buena newsletter no tiene que ser larga, sino que se debe apostar por la concisión y por ser directa.
Si nos centramos en el asunto, la concisión es todavía más importante. Apostando únicamente por mensajes que tengan la capacidad de despertar el interés de los receptores del mismo y asegurar su lectura.