La Inteligencia Artificial ha penetrado con una mayor fuerza a lo que estábamos acostumbrados durante los últimos años. Su notoriedad ha ido impactando en multitud de sectores con gran virulencia, demostrando múltiples aplicaciones que son susceptibles de poder ser mejoradas. El sector profesional no ha quedado inherente a este nuevo escenario. Tanto es así, que durante el año 2021, el gasto en software de Inteligencia Artificial aumentó en un 20,7%.
Según IDC, empresa encargada de llevar a cabo el análisis, el gasto en este tipo de software superó los 380.000 millones de dólares. Situando un notable punto de crecimiento de cara a los próximos años. En el año 2022, la previsión es que la facturación llegué a alcanzar los 450.000 millones de dólares en el año 2022. Manteniendo, además, una tasas de crecimiento interanual constante durante los próximos años que están por venir.
Soluciones adaptadas a todo tipo de actividades
Uno de los motivos que ha llevado a asentar este crecimiento, y aglutinar el volumen de inversión con el que cuenta en la actualidad, ha sido precisamente la capacidad con la que cuenta la Inteligencia Artificial para adaptarse a todo tipo de actividades. «En todos los sectores y funciones (…) se están descubriendo los beneficios de las tecnologías de IA, ya que las soluciones de IA cada vez más potentes están permitiendo una mejor toma de decisiones y una mayor productividad», en palabras de Rasmus Andsbjerg, vicepresidente asociado de Datos y Análisis de la empresa encargada de ejecutar el estudio.
A medida que las organizaciones han optado por acelerar sus procesos de transformar digital, la confianza en este tipo de herramientas puede actuar como un notable impulso. Su principal ventaja, como ya hemos mencionado previamente, es precisamente su capacidad para permitir el ahorro de costes, uno de los grandes objetivos con los que cuentan actualmente la mayoría de las empresas en un contexto como el actual, dominado por la incertidumbre financiera.
El liderazgo de los ERP y los CRM
Dentro de la categoría de Inteligencia Artificial, las aplicaciones de gestión de relaciones con los clientes (CRM) y los ERP, fueron dos de las categorías que mayor crecimiento han aportado. Aglutinando un 16% de todos los ingresos recaudados por parte de la categoría de IA.
Junto con ellas, las aplicaciones centradas en IA, el despliegue de software de IA en la nube y el mercado de servicios basado en IA fueron las tres categorías que complementaron a la anterior. Y que, en conjunto, demostraron el buen ritmo de crecimiento que esta tecnología está alcanzado durante los últimos años. Más aún a raíz de todas las innovaciones que la mayoría de las empresas de software están lanzando al mercado con el objetivo de poder facilitar de manera considerable la operativa de sus clientes, apoyándose en la automatización de tareas. De este modo, las empresas buscan centrar su capital humano en aquellas tareas que realmente puedan ofrecer el retorno deseado, dejando las tareas repetitivas en manos de software especializado.