Las empresas necesitan datos. Descubrir la finalidad de los mismos es clave en términos de productividad. Siendo una de las inversiones de recursos más inteligentes que se pueden realizar para poder reorientar tanto nuestro catálogo de productos como los servicios que ofrecemos. La cuestión es cómo obtener aquellos datos que realmente son útiles de acuerdo tanto a la estrategia como a los objetivos que se han establecido.
Actualmente, son tres los modelos de recopilación de datos más habituales que utilizan las empresas: First, Second y Third Party Data.
¿Qué son los First Party Data?
El modelo de First Party Data hace referencia a los datos que una empresa es capaz de recopilar a través de sus fuentes internas. Desde formularios hasta el historial de búsuqedas. Pasando por las redes sociales, encuestas y otras técnicas comerciales.
Durante los últimos años, este modelo de negocio ha experimentado un importante crecimiento. Entre las diferentes explicaciones que encontramos, además del marco legal, es la fiabilidad que demuestran. Además de asegurar una precisión que permite reunir todos los ingredientes que son necesarios para reorientar nuestro catálogo de servicios.
Second Party Data, todo lo que tienes que saber
Los Second Party Data son aquellos datos que son compartidos entre todas las marcas. Es habitual que las marcas que comparten un mismo ámbito de actividad, pero no son competidores entre sí, intercambian determinados datos para poder lograr construir un perfil mucho más completo de los consumidores actuales y de los potenciales.
A través de esta metodología, los First Party Data de una tienda de alimentación, por ejemplo, puedes completarse con los datos de una cadena de gimnasios. De este modo, es posible orientar y reconducir toda la estrategia que se lleva a cabo en torno al volumen de referencias que debe consolidar nuestro catálogo.
Así funciona el modelo Third Party Data
Por último, nos encontramos con el modelo Third Party Data. Estos son los datos que proporcionan los proveedores que recopilan los datos de diferentes fuentes. Tanto online como offline. Estos datos no solo permiten rellenar la información más básica de nuestros clientes. Sino que, además, nos ayudan a construir todos los atributos en torno a la información más básica para poder ofrecer experiencias al cliente mucho más personalizadas.
Al contrario de lo que ocurría en los dos casos anteriores, este modelo nos ayuda a disfrutar de una visión mucho más amplia. Ofreciendo una perspectiva muy completa en torno a todos los elementos que definen a nuestros consumidores.
Un modelo de datos clave para definir nuestra estrategia de marketing
El conjunto de los tres modelos definidos previamente nos ayuda a poder completar diferentes propósitos dentro de nuestro plan de marketing. Podemos utilizar los tres modelos de una forma combinada o de manera independiente, de acuerdo al objetivo que persigamos alcanzar mediante nuestra recogida de datos.
Conviene tener en cuenta que el primer modelo es el que mayor seguridad nos puede proporcionar y son esos datos los que deben tener un mayor peso. A medida que nos alejamos de nuestras fuentes de información más cercanas es cuando el contraste de los datos recogidos va perdiendo fuerza. Por lo que la estrategia diseñada debe tener bien definidos los pesos de las diferentes fuentes de datos para tener una mayor eficacia.