Durante los últimos años, la disciplina del marketing digital se ha vuelto más dinámica que nunca. Como si de un ente orgánico se tratase, su ethos se encuentra en un constante estado de redefinición que trata de abarcar todas las nuevas oportunidades y vertientes de negocio que se suceden entre sí.
De entre todas las verticales que contempla el marketing digital, han sido las redes sociales uno de los principales motores de cambio. Diferentes plataformas que permiten una rápida interacción con el consumidor. Cuyo impacto se puede llegar a traducir en millones de euros al año. Dada su creciente notoriedad, cada vez son más las marcas que exploran nuevos caminos con los que visibilizar al máximo sus compañías y alcanzar un gran retorno. La figura del Brand Ambassador se convierte, en este contexto, un universo repleto de posibilidades.
Brand Ambassador, su definición
Un Brand Ambassador es la figura que representa a una compañía en sus apariciones públicas. Para cumplir con su función, es necesario que el profesional seleccionado sea capaz de mimetizarse con los valores de la marca. Al mismo tiempo, debe tener las cualidades para transmitirlos de manera adecuada hacia el exterior.
Pese al carácter innovador con el que se asocia a este rol, la realidad es que esta figura lleva ya una gran cantidad de años dentro del ámbito de la publicidad. Esta disciplina ha sido consciente, desde sus inicios, del impacto que la asociación con un personaje público puede llegar a tener para una compañía. Rolex y Roger Federer o David Beckham y Tudor son solamente dos de los ejemplos que podemos encontrar en el ámbito de la relojería de lujo. No obstante, existe una interminable que podemos abarcar.
Pese a su trascendencia histórica, no ha sido hasta el auge de las redes sociales y el marketing digital cuando el número de Brands Ambassadors ha crecido de manera considerable.
La importancia de las tres C’s: Confianza + Credibilidad + Conexión
Un Brand Amassador debe reunir las siguientes capacidades:
- Transmitir confianza: La credibilidad es uno de los elementos que cobra una mayor relevancia. Siendo uno de los activos más potentes para cualquier embajador de nuestra marca.
- Capacidad de conectar con nuestro target: Un Brand Ambassador debe tener la capacidad de influir en nuestro público objetivo. Si no deja huella, no es el Brand Ambassador que nuestra compañía necesita.
- Credibilidad: No existe mejor fórmula para crear credibilidad que a través del liderazgo. Tener la capacidad de crear nuevas tendencias, y que éstas sean respaldadas por las redes sociales, la mejor inversión por la que poder decantarnos.
Cuando tu empleado es tu mejor Brand Ambassador
Uno de los errores más frecuentes que cometen la mayoría de las empresas es focalizar sus recursos en el exterior. Cuidar y valorar al capital humano que conforma una compañía es una de las mejores estrategias de recursos humanos por las que podemos optar. En muchas ocasiones, nuestros propios empleados pueden convertirse en nuestros mejores embajadores de marca.
Los empleados viven el día a día de la empresa, se involucran en todos los procesos y son expertos conocedores del desarrollo de nuestra actividad. Atraer talento a nuestra compañía es mucho más sencillo cuando son nuestros propios empleados los que proyectan una imagen positiva, asentada en valores, de nuestra propia empresa.
Además, actualmente plataformas como LinkedIn actúan como un altavoz de gran alcance mediante el que proyectar las opiniones de nuestros propios empleados. Hacerles partícipes de nuestra estrategia y llevar a cabo diferentes acciones para que se sientan involucrados es fundamental para crear esta imagen positiva.
¿Cómo tus empleados pueden ayudar a tu compañía a través de LinkedIn?
Transmite una imagen positiva
Un empleado no solamente puede ayudar al crecimiento de una empresa vertiendo opiniones positivas sobre la misma. También compartiendo el contenido, interactuando con la audiencia o, simplemente, apoyando sus iniciativas digitales.
Si logramos que la red de contactos de nuestros empleados perciban su compromiso con nuestra compañía a través de nuestras redes sociales, la confianza en la misma crecerá de manera exponencial.
Hacia una mayor generación de confianza
Nuestros empleados no tienen que tener la obligación de publicar y compartir contenido propio. No obstante, si proporcionamos un repositorio de recursos que resulte interesantes de acuerdo a sus intereses, suya será la iniciativa de compartirlos.
Dotar a estos contenidos con marcas de agua con el logo de nuestra empresa o de diferentes elementos gráficos de nuestra empresa será clave para generar una mayor confianza.
Social selling
Tu brand ambassador puede ser el líder de tu equipo de ventas. Y, a partir del Social selling, ser capaz de generar nuevos prospectos que se conviertan en clientes potenciales. Mediante el conjunto de sus acciones, podrás obtener un importante retorno económico.
Como hemos podido comprobar, desde la irrupción de las redes sociales y su creciente protagonismo, han sido muchas vertientes sobre las que el Social marketing ha tenido que trabajar. La figura del Brand ambassador, pese a que ya existía bajo otra nomenclatura, ha sido una de las últimas novedades que presenta este sector. Su crecimiento desde el interior de nuestra propia compañía, la mejor estrategia para poder implementar.