Predecir los comportamientos de compra del cliente es uno de los grandes objetivos que persiguen todas las empresas. De manera paralela, también es uno de los principales desafíos a los que se tienen que enfrentar de manera constante en el momento de optimizar sus líneas de negocio.
No obstante, durante los últimos años este tipo de escenarios ha alcanzado una complejidad mayúscula. El auge de las redes sociales y el aterrizaje del concepto de viralidad ha protagonizado un escenario de dimensiones únicas que nadie parece saber anticipar.
La antropología como técnica de investigación
Ante una situación de características tan extraordinarias, la antropología se ha consolidado como una herramienta cada vez más útil en el entorno corporativo para predecir los comportamientos de nuestros clientes. El objetivo final que se persigue desde las Humanidades no es determinar qué es lo que los clientes deben comprar. Ni siquiera proporcionarle a las empresas información en torno a los productos que deben fabricar.
Su utilidad versa en torno a la identificación de qué es lo que la gente quiere. Cuáles son los motivos por los que la gente acude a un mercado en concreto a comprar un producto o adquirir un servicio. La observación participante como técnica de investigación adquiere una importancia mayúscula para que la antropología sea capaz de adoptar la misma perspectiva que nuestros clientes.
La antropología en el diseño de producto
El contexto sociocultural es la premisa sobre la que se debe desarrollar cualquier producto o servicio. Ser capaces de responder a la pregunta de si el producto que se está desarrollando obedece a las necesidades de este contexto nos permitirá optimizar el proceso de diseño.
La corriente antropológica sitúa al consumidor y su contexto como un elemento fundamental en el diseño de producto. Entender cuáles son las necesidades y los modelos de comportamiento de nuestros clientes determinará las primeras fases del reflexión de nuestros productos.
En aquellos casos en los que se fabrique un mismo producto para diferentes países, conviene tener en cuenta las diferencias de perspectiva. El antropólogo es determinante para conocer los requisitos que se deben adaptar para cada zona geográfica concreta.
El marketing y la creación de necesidades
El marketing va mucho más allá de la venta de un producto o de un servicio. Esta herramienta permite crear experiencias que aportan un valor añadido a cada diseño y que, bien hecho, incluso convierte al factor precio en un elemento muy poco determinante.
Encontramos múltiples ejemplos en nuestro día a día que demuestran que un buen trabajo de marketing hace olvidar la importancia del factor económico. El caso de Apple y sus teléfonos por encima de 1.000€, algunos de ellos más accesibles que sus propios ordenadores, o el café de Starbucks son solamente dos de las múltiples demosrtraciones que podemos encontrar.
Sin embargo, en ambos casos obtenemos un mismo denominador común: su capacidad para crear experiencias y sentirse identificados con una comunidad en concreto. La antropología nos permite identificar cuáles son aquellos aspectos sobre los que asentar la experiencia de usuario que ofrecemos a nuestros clientes.
Cuando la experiencia del cliente es lo más importante
La investigación participativa es la única técnica cualitativa que nos va a permitir entender cuáles son las necesidades de nuestra comunidad en primera persona. Ingresar en una comunidad permite al científico social conocer cuáles son sus pautas de comportamiento. Así como ahondar en sus opiniones y puntos de vista en torno a los diferentes productos con los que interactúa de manera diaria.
La recolección de información de manera sistemática ayuda a establecer una serie de patrones. Y, en base a ellos, actuar para incidir en aquellos elementos o situaciones que denotan ciertas deficiencias en nuestro modelo de producción.
Sigue leyendo
Anthro Vision: A New Way to See in Business and Life, de Gillian Tett
¿Quién es Genevieve Bell y por qué de ella depende la manera en cómo interactúas con tu ordenador?