DevOps es un término referido a una metodología de desarrollo de software en la que se integran los perfiles de desarrolladores y administradores de sistemas, de manera que ambos colaboren y se coordinen con el objetivo de producir mejores productos, respondiendo mejor a las necesidades de los clientes y alcanzando objetivos empresariales en menor tiempo.
El término proviene del acrónimo en inglés development (dev) y operations (ops).
Ventajas de DevOps
La principal ventaja de quienes adoptan este tipo de metodología es la mejora del rendimiento, creando productos de calidad en menos tiempo, lo que se traduce en la satisfacción por parte de los clientes.
Centrándonos en sus resultados, poner en práctica esta metodología hace que se implante la integración e implementación continua, más conocida como CI o CD. Desde el punto de vista del desarrollo, esto ofrece una rápida detección de errores, reduciendo las tareas repetitivas y manuales, donde la intervención del usuario es mínima.
Podemos resumir sus beneficios en los siguientes puntos:
-
- Velocidad
-
- Rápida entrega
-
- Confiabilidad
-
- Escalado
-
- Mejora en la colaboración
-
- Seguridad
Adaptación a la filosofía DevOps
No es fácil adaptarse a los cambios de manera rápida, sobre todo en aquellas empresas en las que se aplica la misma metodología desde hace años. Adaptarse a la filosofía de DevOps requiere un cambio de mentalidad y de cultura. Se deben eliminar aquellas barreras que hay entre los equipos de desarrollo y de operaciones, que anteriormente se encontraban aislados para que pueda existir una colaboración por parte de ambos. La comunicación hace que aumente la eficacia y reducción de errores.
Prácticas en DevOps
Existen una serie de prácticas que se deben poner en práctica cuando se aplica esta metodología. Una de las fundamentales se basa en llevar a cabo pequeñas actualizaciones de manera frecuente, lo que hace que se lleve a cabo una innovación continua, percibida por los clientes como algo positivo. El uso de una arquitectura de microservicios ofrece una mayor flexibilidad a las aplicaciones, donde los sistemas complejos se “rompen” de manera que se forman proyectos sencillos e independientes.
Los siguientes puntos, muestran las prácticas recomendadas en DevOps:
-
- Entrega e Integración continua
-
- Microservicios
-
- Infraestructura como código
-
- Monitoreo y registro
-
- Comunicación y colaboración