En un ecosistema comercial cada vez más dinámico y versátil, identificar cuáles son los agentes sobre los que apoyar el crecimiento de nuestro ecommerce alcanza un gran protagonismo. Durante los últimos años, han sido dos los conceptos que han permitido aumentar la actividad de nuestro volumen de negocio: el retail y los bienes de consumo masivos (En adelante, CPG).
El impacto de la tecnología, y la implantación de soluciones adaptadas, ha permitido impulsar la expansión de nuestras ventas. No obstante, y pese a las similitudes que presenten, es conveniente conocer las diferencias entre las industrias CPG y el retail. Dos de los ámbitos que han alcanzado un gran protagonismo durante los últimos años.
Una aproximación a sus campos de acción
Una de las principales diferencias entre las industrias mencionadas anteriormente hace referencia a los campos de acción en los que intervienen. En el retail, las transacciones comerciales se llevan a cabo entre el minorista y el consumidor final. Sin que existan más intermediarios en este flujo comercial. Históricamente, esta transacción siempre se llevaba a cabo en un entorno físico. No obstante, cada vez es más frecuente su integración en el canal digital. Incorporando multitud de canales que permiten alcanzar un segmento más tradicional y masivo.
El segmento de los CPG es mucho más amplio. Abarcando una categoría mucho más amplia que abarca a un gran número de agentes. Entre ellos, los fabricantes, vendedores y comercios de bienes físicos que se dedican a la vente de los productos. El público que encontramos es mucho más específico. Dirigiéndose, en la mayoría de los casos, al nivel mayorista.
El desafío de la rotación de productos
La lógica del producto obedece a naturalezas muy diversas de acuerdo a las necesidades que presenta cada industria. Uno de los grandes desafíos, y también uno de los elementos diferenciadores, lo encontramos en la rotación de productos. Para el retail, la gestión de su inventario supone una importante inversión en materia de recursos. Los costos de su almacenamiento, y el control del stock, son dos de los grandes retos a los que debe enfrentarse.
Los CPG se desmarcan por completo de esta concepción. La rotación de sus productos debe ser constante. Con el objetivo de maximizar sus posibilidades de distribución, imprimiendo una gran velocidad y dinamismo. El objetivo es el de anticiparse a la demanda del consumidor y a las tendencias del mercado.
Experiencia del cliente vs. Productividad
¿Cuál es el objetivo que se persigue en cada transacción comercial? Su respuesta nos permitirá diferenciar la naturaleza del retail y la del CPG. En el primer caso, el minorista debe focalizar sus esfuerzos en generar una experiencia de compra óptima. La innovación tecnológica incide de manera directa en este escenario, permitiendo ofrecer a nuestro cliente una experiencia personalizada con las que satisfacer y superar las expectativas presentes.
No ocurre lo mismo cuando nos referimos a los CPG. Mucho más allá de la experiencia que se ofrece en la transacción, los conceptos de productividad y de velocidad adquieren un gran protagonismo. Consolidándose como dos de los agentes más importantes que intervienen en su ciclo de ejecución.
Una logística bidireccional
En ambos escenarios, la logística ocupa un papel central en la ecuación. El desarrollo de la estrategia logística vertebra en torno a los dos elementos mencionados previamente: la experiencia del cliente y la productividad. Un flujo logístico optimizado y orientado a resultados nos permitirá impactar de manera directa en la experiencia del cliente, en el caso del retail, y en la productividad, en el caso del CPG.
El retail desarrolla su proceso de logística persiguiendo el objetivo de optimizar y mejorar su servicio. Un gran peso de la satisfacción del cliente final estará determinado por los esfuerzos y la inversión que se lleve a cabo en el proceso logístico.
El CPG, sin embargo, desarrollo un proceso logístico focalizado en al mejora de la productividad. De este modo, se permite satisfacer la demanda de los diferentes nichos de mercado.
La automatización de procesos
Nos encontramos ante dos escenarios que afrontan la automatización de procesos desde dos posiciones muy diferenciadas. Al sector del retail todavía le queda un largo camino por recorrer hasta poder implantar soluciones automatizadas que permitan mejorar sus flujos de trabajo. Puesto que el factor humano todavía cuenta con un gran peso a la hora recorrer los últimos pasos del proceso operacional.
Pese a que cada vez existen un mayor número de soluciones que permiten mejorar su productividad, todavía quedan algunas tecnologías por desarrollar hasta lograr la correcta automatización de los procesos pertinentes.
En el caso de los CPG, el escenario resulta completamente diferente. Sus procesos son mucho más automatizados. Con la tecnología cada vez más presente en la gestión, el control y la distribución de las diferentes referencias.