Durante la primera mitad del siglo XX, el dadaísmo fue uno de los movimientos artísticos y literarios de mayor relevancia. Si bien es cierto que su nacimiento se relaciona el año de publicación del manifiesto inaugural en el año 1916, escrito por Hugo Ball, la realidad es que con fecha anterior a ese ya se habían reproducido determinadas manifestaciones artísticas que se relacionaban con esta corriente. Una de las más importantes, el movimiento ready made, impulsado por el artista francés Marcel Duchamp.
La presencia del dadaísmo está muy relacionado con el desarrollo del arte contemporáneo. Formando parte de las llamadas vanguardias históricas.
Los orígenes del dadaísmo
Como ocurre con una gran cantidad de movimientos artísticos, su nacimiento y desarrollo tiene mucho que ver con el contexto político que lo rodea. Durante la Primera Guerra Mundial, Suiza actuaba como país neutro en el conflicto. Una situación que convirtió a esta región en un lugar especialmente atractivo para una gran cantidad de profesionales. Entre ellos, artistas, músicos y creadores de contenido que llegaban a Suiza desde cualquier parte de Europa.
Fueron estos artistas los que decidieron liderar un movimiento literario y artístico que expresara su desacuerdo contra la situación que se estaba produciendo alrededor de todo el mundo. Además, también sirvió como forma de expresión para criticar la incapacidad demostrada por los líderes de los principales países del mundo para poder solucionar la situación en la que nos encontrábamos. Este movimiento fue el dadaísmo.
Los fundamentos del movimiento
Una de las principales características que podemos encontrar en el dadaísmo es su rechazo al estilo unificado que caracteriza al resto de corrientes artísticas. De este modo, actúa como una crítica al sentido del arte tradicional tal y como lo conocemos en la actualidad. No obstante, sí que es cierto que existen una serie de fundamentos que lo caracterizan y diferencian del resto de tendencias que han existido en el planeta.
En primer lugar, destaca su carácter interdisciplinario. Se manifestó en las artes plásticas y en la literatura. Así como en la fotografía o en la escultura. Adquiriendo una naturaleza que destaca especialmente por su versatilidad.
Además, también es importante señalar su sentido en contra del arte y de la literatura. Plantea un concepto que trata de actuar contra el orden establecido. Adquiriendo nuevas perspectivas en torno a multitud de disciplinas.
El artista ocupa una posición clave en el concepto del arte. En el dadaísmo, el artista no solamente es el profesional encargado de generar la belleza. Sino que es la persona que escoge un objeto sin ninguna pretensión a nivel estética y le otorga un significado único. Con independencia de cuál sea la manifestación en concreto.
Por último, el dadaísmo se encarga de reivindicar la irracionalidad como rechazo al positivismo. Los dadaístas reivindicaros desde los primeros años del movimiento que tanto el arte como la literatura responden a una motivación irracional, que aporta sentido a la creación.
El dadaísmo y su impacto en el diseño gráfico actual
El diseño gráfico no tardó en sentirse especialmente atraído por determinadas vertientes del dadaísmo. Son muchos los expertos que afirman que el diseño gráfico actual, tal y como lo conocemos, nace con el movimiento dadá. Artistas como Marcel Deschamps, Francis Picabia o Tristan Tzara, entre muchos otros, son solamente algunos de los nombres más destacados. Todos ellos con una gran influencia en el diseño de publicidad, la tipografía o el branding de la época.
Una de las particularidades de este movimiento es que rompe por completo con el diseño editorial concebido hasta su aparición. Apostando por los fotomontajes o recursos tan extendidos en la actualidad, pero tan insólitos en la época, como el collage, entre muchos otros. Una serie de elementos que han sentado las bases del diseño gráfico tal y como lo conocemos en la actualidad. Además de permitir el asentamiento de una serie de conceptos sobre los que vertebrar y desarrollar la disciplina moderna.