2021 fue el año en el que Europa se dio cuenta de la excesiva dependencia con la que contaba en términos de distribución de microchips con regiones como Estados Unidos y, en una mayor medida, Asia. A consecuencia de esta situación, la directiva europea ha tratado durante los últimos meses de posicionar a nuestro continente como uno de los líderes en términos de producción de semiconductores. Para ello, se ha servido de la aprobación de la ley Chips Act.
De acuerdo a la información publicada, el objetivo es alcanzar para el año 2030 una producción mundial de chips de un 20%. Una cifra considerablemente diferente a la que alcanzan regiones como Asia, acaparando un 80% del mercado. Pero lo suficientemente significativa si tenemos en cuenta que en la actualidad el volumen es de un 10%.
43.000 millones en ayudas
La Directiva de Chips de Europa ha anunciado la movilización de 43.000 millones de euros que se repartirán entre la inversión pública y la privada. Del total, 11.000 millones se destinarán a ayudas directas. Mientras que el restante se distribuirán de un modo indirecto. Para ello, se ha afirmado que la inversión estará enfocada en «fortalecer la investigación, garantizar el despliegue de herramientas avanzadas de semiconductores, creación de prototipos y capacitar al personal».
Chips Act no pretende únicamente crear un marco económico especializado para el sector. Sino que, además, su objetivo es que todas las starups que deseen acceder a este tipo de financiación puedan llevar a cabo sus objetivos. Además de acceder a financiación reservada en exclusiva para todo el ciclo de producción existente.
A por las megafactorías
Thierry Breton, comisario europeo del mercado interior, ha sido uno de los profesionales más importantes de este sector. Según las afirmaciones llevadas a cabo por éste, «necesitamos megafactorías, todas las posibles. Si empezamos una de cero en 2022, quizás podríamos tener la apertura en 2026″.
La problemática se encuentra en qué países cuentan con toda la infraestructura que es necesaria para poder llevar a cabo la creación de este tipo de plantas industriales de gran tamaño. El objetivo con el que cuenta la Unión Europea es el de poder crear una plataforma que permita a las empresas ser un referente en este campo, como actualmente son empresas como ASML.
Un impulso extra con respecto a los Fondos Europeos de Recuperación
La importancia de terminar con la excesiva dependencia de regiones como Asia o Estados Unidos es tal que la Unión Europea ha decidido a través de esta ley dar un impulso a lo acordado inicialmente en los Fondos de Recuperación de la Unión Europea, cuando solamente estaban contemplados 30.000 millones. El incremento en más de 10.000 millones espera ser suficiente para que se puedan acortar los plazos hasta el alcance del objetivo.
Si nos centramos en otros territorios, podemos obtener una mayor perspectiva de la situación en la que nos encontramos. El Gobierno de Estados Unidos ha optado por impulsar el crecimiento de su economía destinando 50.000 millones de dólares a este mismo objetivo. Intel va a invertir 20.000 millones de dólares en una nueva fábrica con sede en Ohio mientras que SMIC, el mayor fabricante del mundo, va a invertir 8900 millones en su planta de Shangai.