La digitalización ha alcanzado con fuera la inmensa totalidad de los sectores con los que, en mayor o menor medida, interactuamos con cierta asiduidad. En el caso del sector alimentación, por las especificidades del producto que vende, los procesos de transformación digital requieren de unas características muy particulares.
En este artículo abordamos algunos de los retos que debe superar el sector alimentación para asentar el canal online en su ADN.
El problema de las roturas de stock
Dentro del sector retail, son los supermercados el área de negocio que mayor rotación tiene en todos sus productos. Al contrario de lo que ocurre en otros sectores, es habitual que muchos productos apenas puedan estar expuestos durante unas horas.
Ante esta situación, las roturas de stock pueden dañar significativamente nuestra imagen. Por lo que es necesario cuidar cada detalle con el objetivo de evitar comprometer la experiencia que ofrecemos a nuestros usuarios.
Cuando optamos por la omnicanalidad, la dificultad alcanza un nivel superior. Siendo necesaria la inversión en tecnología en soluciones como Conecta HUB, que se encargan de llevar a cabo la sincronización de todos nuestros productos de manera 100% automatizada.
Las características de la cesta
Dentro de una cesta media, el proveedor puede enfrentarse a una gran cantidad de desafíos. Un mismo comprador puede necesitar productos frescos, con un ciclo de vida muy corto que requieren de intervención logística inmediata, a ciclos más largos que pueden demorarse 24 / 48 horas.
Además, también podemos encontrarnos con productos pesados que cuentan con un valor que queda determinado por el peso hasta productos más ligeros que necesitan de una intervención previa antes de poder ser enviado: el peso, el corte o, incluso, el envasado.
Automatizar todas estas tareas nos permitirá ofrecer una respuesta al consumidor mucho más ajustada a sus necesidades. Permitiendo a nuestro ecommerce adaptarse a todo tipo de escenarios.
La entrega
El ecommerce nos ha enseñado cómo la programación de las entregas en determinados ámbitos es poco menos que un imprescindible. Siendo el sector de la alimentación uno de los imprescindibles.
Debemos permitir a los clientes escoger cuáles son los días en los que va a estar disponibles y las horas adecuadas en función de nuestras necesidades. A mayor precisión, mejor experiencia podremos ofrecer. Además de que los productos también lograrán conservarse en óptimas condiciones.
La estructura de márgenes
Al contrario de lo que ha ocurrido en otros sectores, también debemos valorar la estructura de márgenes. Éstos se caracterizan por ser mucho más estrechos que en otras industrias y cuya rentabilidad se encuentra a partir de la venta por volumen.
En la operativa tradicional, es el propio cliente el que asume las funciones de hacer el picking y de llevar a cabo las tareas de transporte. Cuando la operativa alcanza el ecommerce es cuando deben intervenir trabajadores para llevar a cabo la preparación de cada pedido online y, además, gestionar la entrega. Por lo que se enfrenta a una suma de pasos que en el mercado tradicional ya estaban automatizados por su propia naturaleza.
En el momento en el que intervienen más personas en cada pedido, los márgenes son todavía más ajustados. Siendo necesario establecer políticas de descuentos y de promociones a medida para no perder rentabilidad.